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lunes, 23 de junio de 2025

LINUM BIENNE

Linum bienne
Los linos también son para el verano
 
Linum bienne
    Nuevamente, con el verano, vuelvo a ver vestir camisas y pantalones de lino, frescos y con buena transpiración. De lino, o de hilo, como se decía cuando los hilos aún eran de lino o lana y el algodón o las fibras sintéticas no habían copado todavía la mayoría de las hilaturas. Hace milenios el lino bienal (Linum bienne) “se domesticó” en Oriente Medio para producir una nueva especie con tallos más altos y raíces más oleosas y así aprovechar más eficazmente las propiedades de los linos. En Liédena ya no se cultiva lino, pero con frecuencia te encuentras con los silvestres que, domados, trabajados y trenzados, serán los tejidos a los que conviene el eslogan de A. Domínguez “la arruga es bella”.

Linum bienne

    Pese a contar este lino con tanto pedigrí, no fue reconocido por Linneo, sino que tuvo que esperar quince años a que el jardinero jefe del Real Jardín Botánico de Kew, Philip Miller, incluyera su nombre y descripción en la octava edición de su Diccionario de los botánicos. Quizá, entendiera Miller aquellos linos pálidos que adornaban algunos rincones del jardín eran algo más que otra de las variedades de linos usados (usitatissimum) en la industria textil. Y acertó; los linos pálidos eran sus antecesores silvestres que florecen todavía indómitos por buena parte de Europa y tiene una dotación genética más variada.

Linum bienne
   
    Y así es como los he visto por numerosos sitios del pueblo, normalmente húmedos, como me ha ocurrido en la proximidad de la fuente de El Liscar. Las alteraciones que ha sufrido este humedal han hecho desaparecer las liscas (Sparganium erectum) que dan nombre al lugar, pero no ha logrado, sin embargo, que cientos de estos linos dejen de colorear este singular espacio del municipio. Se me ocurre que estos linos también podrían estar en el jardín de casa; con permiso de la jardinera familiar, por supuesto.

Linum bienne
     Claro está que, cuanto antes, tendré que pasar a recoger semillas, linazas, y escoger un rincón húmedo para sembrarlas. ¡Ah! Hablando de linazas, tengo pendiente dar una mano de aceite de linaza a la madera de las ventanas. El cultivo de este lino está, además, en razón del empleo de sus semillas. Con el aceite que se obtiene del prensado de las linazas se impermeabiliza la madera de ventanas y puertas para asegurar su durabilidad, pero he de repetir la operación regularmente. Veré si consigo el aceite del tipo crudo con secantes, que es el que mejor penetra y se seca pronto. 
¡Uf, qué trabajo para el verano!


Linum bienne         Semillas en el interior

    Pues bien, resulta que el aceite de linaza tiene empleos muy, muy diversos. Veamos: sirve de aglutinante del serrín y polvo de corcho para hacer el linóleo que cubría los suelos y los impermeabilizada desde que lo patentara en 1863 Frederick Walton hasta mediados del S.XX, cuando decayó su empleo. Nada tiene que ver con estos empleos industriales su uso alimentario por su contenido en omega 3. Además, sus antiquísimos empleos en medicina popular se ven ahora confirmados por la farmacia actual como suavizante de mucosas, laxante, reductor de triglicéridos y grasas que inciden en el colesterol, y con su uso externo, alivia forúnculos y dermatitis. ¿Suficiente?… pues, ya vale.


Linum bienne
    
El milenario empleo de este lino puede caer en el olvido, 
hasta que su esplendor te hace parar a observarlo
    
Linum bienne

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