La orquídea que se presentó en nuestro patio sin avisar
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Ophrys scolopax |
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Ophrys scolopax |
Esta orquídea ha germinado en el patio de casa. El año
pasado nos sorprendimos al verla florecer entre la hierba. Cuando este año
vimos que las hojas volvían a aparecer, tuvimos buen cuidado de señalarla para
que el cortacésped no la dañara. En mayo se ha desarrollado y hemos visto cómo
se abrían las flores a medida que crecía el tallo.
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Ophrys scolopax |
La parte oscura y rayada se asemejarse al lomo de las abejas,
pero no hemos llegado a ver que se le acerquen las que zumban en el romero. La
parte que asoma por encima de la boca abierta le recordó a alguno la forma de un pájaro
apetitoso, la becada y ya en la antigüedad se le conocía con el nombre griego
de esta ave, scolopax.
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Ophrys scolopax |
Estas orquídeas son frecuentes en varias zonas del pueblo:
en Aspra, en las orillas del Irati, en el pinar del este o en Laiazeta, entre
otros. Pese a su pequeño tamaño, no pasan desapercibidas por el color azulado
de sus sépalos y el rayado clarito sobre una lengua oscura, sobre el labelo. Su forma llama la atención, porque es bien
diferente de las formas florales habituales.
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Ophrys scolopax |
Dada su abundancia, no es de extrañar que alguna de las 4000
microscópicas semillas, que puede producir cada flor, haya volado hasta nuestra
casa. Pero ya ha sido más casualidad que haya caído donde suele aparecer alguna
que otra seta. Necesitan la red de hifas, sobre las que se desarrollan las setas para germinar y desarrollarse, hasta que
la clorofila de las hojas contribuya a su nutrición
autótrofa.
Esperamos verla florecer muchos años y ojalá que otras especies le haga compañía.
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Ophrys scolopax |