Colores dorados al final del verano
Carlina corymbosa |
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Estos
días soleados de septiembre es habitual pasear hasta la foz, solos o en animosa
compañía. Resulta discutiblemente agradable recorrer estos siete kilómetros, entre ida y vuelta,
sobre el trazado engravillado del suprimido ferrocarril del Irati, pero mejora si
uno tiene calma para fijarse en la variedad de flora de sus márgenes o sentir el salto del agua en El Vado.
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A orillas del camino, donde la grava es menos compacta, afloran todo tipo de plantas, incluida alguna rareza, como la pequeña orquídea que abre sus flores sobre el tallo en forma de espiral. Entre las plantas habituales y que aparecen de manera dispersa, destella la carlina, con su brillante ramillete de cabezuelas florales amarillas sobre un tallo con hojas punzantes.
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Esta carlina, frecuente por esta zona, debió de tener su nombre específico, quizá cardo cuco, que tampoco está mal para ser una cucada de florecillas. Claro, que lo de carlina tiene otra sonoridad y otra categoría por ser palabra con origen imperial. Y esto es que, como Filipinas es a Felipe II, carlina es a Carlos, sea Carlomagno o Carlos I, según la leyenda a que se atienda.
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Y si bien, en el camino a la foz tenemos ocasión de ver estas carlinas de inflorescencias corimbosas, para contemplarlas en abundancia tendremos que apencar por las laderas abancaladas de Los Solanos. ¡Ah! Y por esos andurriales deberemos andarnos con ojo y con pantalón grueso, para evitar que las ollagas y las espinas de las carlinas nos dejen las canillas en carne viva, penalidad que no sufren las mariposas y otros insectos que visitan sus flósculos.
Carlina corymbosa |
Además del efecto decorativo que se le reconoce, y que puedo estimar por la cantidad de citas de lugares donde florece, poco más información he podido conseguir sobre otros aspectos de interés. Al no ser estimada por su valor alimentario o medicinal, no ha debido de despertar el interés de los investigadores. Y mientras los jardineros no la empleen en sus composiciones florales, podemos prever que nuestros caminos y carasoles serán su mejor jardín.
Cuando
notamos que baja la luz diurna, se nos encienden las carlinas
Carlina corymbosa |