Disculpas con flores recónditas de estos lares
Simethis mattiazzi |
Simethis mattiazzi |
Simethis mattiazzi |
Para
blanquear mi mala conciencia me entretengo con esta planta de flores blancas y
puras, que este verano volví a ver con Xabi en el lado norte de la sierra de
Leyre, por Grúmalo.
Es sorprendente el aspecto lanoso de los filamentos que
sostienen los estambres, lana de finos pelos blanquecinos sobre seis tépalos
blanquísimos. Tanta finura y delicadeza se refleja en su apelativo, simethis, nombre
de una ninfa que se ocultaba en las agua del río Simeto de Sicilia y calificada
de hermosa por Góngora en su Fábula de Polifemo y Galatea (la de tez como la leche).
Simethis mattiazzi |
Ponerle
un nombre mitológico a esta plantita se le ocurrió al botánico alemán C. S. Kunth, quien en 1843 publicó una enumeración de plantas entre
las que figura el género Simethis en la página 619. Por aquellos años el latín
era la lengua de comunicación científica y la cultura greco-romana, poblada por
dioses y arrapiezos más sugerentes que los Batman y compañía de hoy día, era obligado conocer.
Lo que no cambió Kunth
fue el nombre de la especie, matiazzi, apellido de uno de los sucesivos jardineros
jefes del Jardín Botánico de Padua en la centuria anterior. El de Padua,
iniciado en 1545, es el primero de los jardines asociados a una universidad,
creado con carácter naturalista y científico. Simethis mattiazzi |
Giulius
Matteazzi (con e) estaría hoy día tan olvidado, como los incontables nombres de
botánicos italianos de la Storia della botánica italiana de P. A. Saccardo (pág.
482), de no haber sido por Domenico Vandelli, quien le asoció a esta planta por acompañarle
en sus expediciones botánicas.
Desconocidas serían también las simethis más acá
del frente atlántico (donde son habituales) de no ser por el voraz
incendio de Guadalajara del 2005, que dejó verlas florecer en un terreno
arenoso, como el de Leyre. Así mismo está localizada en la depresión de La
Selva, en Gerona, y considerada su presencia
como una reliquia de las épocas postglaciales cuaternarias.
Simethis mattiazzi |
Esto sería suficiente para que las admire sobre el terreno sin arrancarlas y deje las propiedades medicinales de las oximetilantraquinonas, ¡ja, ja!, de sus raíces para los laboratorios farmacéuticos, que ya disponen de variados laxantes para los constipados intestinales.
Primores
albos de la sierra con resonancias mitológicas y del cambio climático inexorable
Simethis mattiazzi |