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Æthionema saxatile |
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Æthionema saxatile |
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Æthionema saxatile |
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Æthionema saxatile |
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Æthionema saxatile |
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Æthionema saxatile |
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Æthionema saxatile |
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Æthionema saxatile |
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Æthionema saxatile |
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Æthionema saxatile |
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Æthionema saxatile |
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Æthionema saxatile |
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Æthionema saxatile |
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Æthionema saxatile |
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Æthionema saxatile |
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Æthionema saxatile |
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Chaerophyllum aureum |
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Chaerophyllum aureum |
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Chaerophyllum aureum Graphosoma lineatum A este gozo de la vista,
se añade el gozo por la fragancia de las hojas, si atiendo al significado del
nombre: chaero-phyllum, detalle que me suele pasar desapercibido. No tienen
este descuido, ciertamente, los insectos que encuentro sobre ellas libando su
polen: los chinches listados de negro y rojo (Graphosoma lineatum) o las
moscas-sierra (Macrophya montana), que están a lo suyo cuando me acerco con la cámara. |
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Chaerophyllum aureum Macrophya montana |
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Chaerophyllum aureum |
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Chaerophyllum aureum |
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Gordolobo Verbascum sinuatum |
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Gordolobo Verbascum sinuatum |
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Gordolobo Verbascum sinuatum |
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Gordolobo Verbascum sinuatum |
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Gordolobo Verbascum sinuatum |
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Pico de garza Erodium cicutarium Alfilerillos Un geranio a imagen del largo pico de las garzas “Por supuesto, ver el jardín en enero significa que lo estás
imaginando en junio. El trastorno que has sufrido al ver el jardín cuando no te
lo esperabas, se agudiza al ver dos jardines a la vez, con el verano
sobrepuesto a esta escena invernal; aquella mañana fue fácil, porque el sol
estaba en todas partes y se oía el piar de los pájaros que se bañaban en él.” Doris
Lessing – El
otro jardín Durante este enero pandémico, y por limitaciones de movilidad
territorial, no he llegado a ver los ribazos, graveras, bosquetes, laderas y
riberas del pueblo, terrenos con variadísima flora, ahora latente; flora que,
por diversas razones, se reduce de año en año. Haré como la señora Lessing y me
los imaginaré floridos en verano y sin las alteraciones infringidas a la
vegetación que da nombre a la fuente del liscal; vegetación, las liscas
(Sparganium erectum), desatendida por desconocida. ¡Ay, que me pongo depre! ¡Hala, a remontar el vuelo como
las garzas (erodium,
en griego)! Precisamente, será en espacios yermos donde florezcan estos
geranios en primavera: los geranios-pico de garza o alfilerillos; con su
expansión circular mantendrán húmedos lugares áridos y coloreando de verde y
malva, incluso la gravera próxima a la tolva de la calera. Es lo que pasa con
los resilientes, que se ocupan de tareas abominadas o cubren espacios
inhóspitos, dando otra oportunidad a la vida social o natural. Esto debe de
ocurrir, por lo que he sabido, en el desierto de Sonora donde ya había otros erodium.
La llegada y expansión de los cicutarium ha acrecentado la humedad,
estimulando con ello el crecimiento de los autóctonos, incrementando el volumen
vegetal y la fauna que de ella se alimenta en el desierto
norteamericano. ¡Vamos, que ha resultado una integración en toda regla! El nombre, erodium, responden a la forma de los
cinco frutos de cada flor, que se alargan en forma de alfiler o pico de garza y
se retuercen en forma helicoidal al separarse. La observación de este curioso
proceso de dispersión, quizá diera pie ya en la antigüedad para imaginar
herramientas que sirvieran para barrenar, como lo hacen estas débiles semillas que
perforan el suelo para germinar. Bien es cierto que los giros de los
alfilerillos pico de garza son infinitamente más sofisticados
que nuestras barrenas o torniquetes y utilizan para su diseño saberes físicos y
matemáticos, como las ininteligibles ecuaciones de Frenet, Kreysig - Crenshaw y
otros, desconocidas hasta hace veinte años, ante las que no tengo sino decir: amén
y amén. ¡Ah! Y con el mínimo costo energético. ¡Como para dudar de la sabiduría de la naturaleza! Ahora llego al nombre de la especie: cicutarium;
que recuerda al consabido veneno, la cicuta, que obligaron a ingerir a Platón,
acusado de pervertir a la juventud por enseñar a desmitificar las divinidades. Pues
no, este geranio con pico de garza es planta forrajera que no contiene coniína,
el componente más venenoso de la cicuta (Conium maculatum).
El nombre se debe solamente a la coincidencia en la forma de las hojas. Sin
embargo, esta especie de geranio pico de garza ha tenido desde antiguo usos
medicinales saludables, ¡y más que puede tener! Y así veo que, en tratamientos fitosanitarios, se
emplean extractos de estas plantas para el control del escarabajo de la patata,
del gusano de la yema del tabaco o la oruga de la mariposa de la col. Así mismo,
el conocimiento de los componentes extraídos de los aceites
esenciales explica los efectos antibacterianos y antimicóticos de su aplicación
en la terapéutica tradicional para el tratamiento de dolencias digestivas,
disfunciones menstruales, tratamientos contra hongos o como diuréticos. Y en
tiempo de pandemia vírica, hay constancia de la actividad antivírica de sus
componentes, por estimular la producción de interferón que
interfiere, como su nombre indica, el desarrollo de procesos virales y
cancerígenos. ¡Caramba! ¿No será un supermedicamento de amplio espectro? Cantaré el “resistiré” mirando a esta planta, resistente a la aridez y a la enfermedad |
Melodía de los bosques y adorno en los envoltorios navideños
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Ilex aquifolium Gorostia Acebo |
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Ilex aquifolium Gorostia Acebo |
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Ilex aquifolium Gorostia Acebo |
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Ilex aquifolium Gorostia Acebo |
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Ilex aquifolium Gorostia Acebo |
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Scrophularia canina |
Pequeñas flores oscuras con largo predicamento
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Scrophularia canina |
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Scrophularia canina |
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Scrophularia canina |
Hoy en día, que estas escrofularias sirvieran para combatir
al ácaro arador de la sarna, se toma en consideración, sabiendo que entre sus
numerosos componentes figuran terpenos iridoides
con acreditada actividad antibacteriana. Incluso, la capacidad insecticida de
los metabolitos
de esta escrofularia se aplica con éxito a la extinción de gorgojos y de una
variedad de los molestos mosquitos trompeteros (Culex pipiens molestus), desarrollada
en la ardiente oscuridad de los túneles del metro de Londres.
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Scrophularia canina |
Además de por Inglaterra, esta planta es conocida por buena
parte de Europa, sobre todo la mediterránea.
Por aquí, crece sobre todo en zonas húmedas con suelos variados, arcillosos,
margosos y calizos, como son el cascajar del refugio de pescadores junto al
Aragón, la fuente de Aspra o la fuente del Liscar (ojalá que el último arreglo
no haya agravado el deterioro que supusieron desgraciadas intervenciones
anteriores).
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Scrophularia canina |
La capacidad curativa de esta planta está en su mismo nombre
de origen medieval: escrofularia. Se creía que servía para curar las escrófulas: nódulos
cervicales, como los nódulos de sus raíces, que son indicativos de
tuberculosis. Bien es cierto que, en el campo sanitario, había un remedio mucho
más imponente, si no más eficaz: el Toque Real. Los reyes,
franceses e ingleses particularmente, tenían la milagrosa cualidad de curar las
escrófulas con el toque de sus manos, constatado hasta muy avanzada la edad moderna
y ¡a ver quién lo ponía en duda!
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Scrophularia canina |
De improperios a milagros, de la enfermedad angustiosa al
timo, antes como ahora