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martes, 30 de mayo de 2023

PHYTEUMA ORBICULARE

Phyteuma orbiculare      Rampión

Una planta con garra y con buen color y sabor

Phyteuma orbiculare      Rampión
    Salir uno sin rumbo fijo, salir sin guías sabelotodo, salir a dejarse sorprender por las flores que puedas ver por los senderos y laderas de Liédena, es un atractivo singular que te engancha para repetirlo cada finde, como poco. Una de esas sorpresas es este rampión de recurvadas flores azules, considerado de la familia de las campanillas por los botánicos. 

Phyteuma orbiculare      Rampión
    Estas curiosas flores se dejan ver por aquí en zonas bien diversas: al este, entre las hierbas del sotobosque del pinar o, más allá, en la ladera despejada del paco de la Padul y, al sur, por entre las ollagas punzantes de las laderas soleadas de Laiazeta. Su delicadeza no es indicio de debilidad, sino de astucia. Florecen con la humedad de la primavera y el resto de las estaciones del año se conservan bajo tierra; pasan la vida semi escondidas: son plantas hemicriptófitas, dicho en griego para que lo entienda cualquiera.
   
Phyteuma orbiculare      Rampión
    La áspera ladera de Laiazeta es un suave jardín comparado con el paisaje desolado que se encontró el botánico  Joan Cadevall en la excursión que hizo en la primavera de 1906 hacia el santuario de Corbera y donde se topó con este rampión orbicular. No es de extrañar que una tarde este insigne catalán escribiera: “Si la excursión no ha resultado rica en especies botánicas, lo ha sido en emociones muy agradables”. Ahora, los alrededores del santuario tienen una exuberancia vegetal que asombraría a Cadevall y que, quizá, haga rabiar a los retrógrados que siguen predicando que cualquier tiempo pasado fue mejor.

Phyteuma orbiculare      Rampión
    Como se ve, la difusión de este rampión se extiende por los montes y valles calizos de la mitad norte de la Península, hasta superar los dos mil metros. Y siguiendo la línea alpina, florece por las cadenas montañosas del centro de Europa, si bien escasea hacia el este y se considera que debe ser protegida en Chequia y Polonia. Por esas montañas, al parecer, las flores y las hojas figuraban en la dieta alimenticia de los pastores, aunque no recuerdo haber visto probarlas ni a Heidi ni a su abuelo, el Viejo de los Alpes.
      
Phyteuma orbiculare      Rampión
    Ese detalle dietético pasaría inadvertido a los autores japoneses de la serie televisiva, pero no al equipo de investigadores suizos de la universidad de Basilea, quienes, orientados por tradiciones orales del cantón de Valais, estudiaron la composición bioquímica de este rampión. Encontraron veintitrés compuestos, varios desconocidos hasta esa investigación, sin que entre ellos se detectara ningún elemento tóxico. Proponen, en consecuencia, que se fomente su cultivo y su explotación comercial, a semejanza de la rúcula, cuyo reciente éxito mercantil es envidiable.
   
Phyteuma orbiculare      Rampión
   Investigadores eslovenos, con otros intereses, se han fijado en el color de los rampiones y han dirigido sus estudios a determinar los compuestos fenólicos que sirven a las plantas de defensa, de atractivo a los insectos polinizadores o difusores de sus semillas, de reductores de la competencia o de filtradores de rayos ultravioletas. Entre los 44 fenoles estudiados, han detectado siete antocianinas, productos que determinan la coloración de las flores. Esta investigación abre camino para la diferenciación de las especies, en caso de que los caracteres morfológicos no sean claramente diferenciables.

Phyteuma orbiculare      Rampión
Los espacios vegetales colorean los paisajes y la dieta se colorea de investigación
  
Phyteuma orbiculare      Rampión

domingo, 14 de mayo de 2023

CLINOPODIUM ACINOS

Clinopodium acinos       Albahaca silvestre  Astalbaka
El valor de la diversidad vegetal: de la nada al acero

Clinopodium acinos       Albahaca silvestre  Astalbaka
     Suele ser una idea ampliamente compartida, dicho sin mala sombra, que el cuidado del reino vegetal es una obligación universal porque en ello nos va la vida. Somos muchos, quizá, los que creemos que necesitamos las plantas para tener oxigenado el aire que respiramos, para alimentarnos, para sanar con medicinas de origen vegetal, para disfrutar de los colores y fragancias de las flores en montes y parques. De todo ello, sin embargo, sospecho que nuestra relación con las plantas tiene un tufillo utilitario y antropocéntrico. Esto he creído notar al observar con escaso interés las corolas labiadas, abiertas como bocas, de estas albahacas silvestres (astalbaka en euskera) que ni sirven de alimento, ni son medicinales, ni adornan los jardines de las plazas, ni son olorosas. Por no ser, no son ni malezas ni malas hierbas.
    
Clinopodium acinos       Albahaca silvestre  Astalbaka
    ¡Vamos! que son naturaleza a secas, sin otra utilidad al parecer: una de las múltiples formas divergentes e impredecibles de la evolución de las especies. Esto de la divergencia, además de valiosa en sí, es un modelo muy bien copiado por los botánicos, porque para Linneo era del género thymus (tomillo), para Scheeler era una satureja, para Dandy, una acinos; para Clairville, una calaminta; y el triunfador es: Otto Kuntze, que la situó en el género clinopodium (pie de cama, dicho en griego), que es como al parecer llamaban a la albahaca silvestre los naturalistas antiguos Dioscórides y Plinio. 
¡Y vete a saber de dónde sacó el parecido con una pata de cama esta pareja!

Clinopodium acinos       Albahaca silvestre  Astalbaka
    Vuelvo al triunfador Otto Kuntze (1843-1907). Tuvo la paciencia suficiente para pasar ocho años redactando los tres volúmenes de su Revisio Generum Plantarum (1891). En esta magna obra propuso una revisión de la clasificación de las plantas propuesta en el siglo anterior por Carlos Linneo (1758) y que había sido revisada por Agustín Candolle (1813). En el segundo tomo de esta revisión incluye a esta albahaca silvestre en el género clinopodium (pág.513-6). La Revisio, escrita en alemán, fue rechazada de plano y Kuntze cayó en el ostracismo y silenciado por los botánicos de su época. Diversidad, sí pero no tanto, debieron pensar. Y fue en 1930 cuando se acordaron las reglas de un Código Internacional de Nomenclatura Botánica (CINB), desde 2012 (CIN). Además, Kuntze debía de tener su punto txirene, gracioso y excéntrico, a juzgar por el posado fotográfico de su biografía.

Clinopodium acinos       Albahaca silvestre  Astalbaka
    La diversidad también tiene que ver con la disparidad de terrenos en que se desarrolla la albahaca silvestre por todo Europa y en particular en esta zona: el solano de la sarda, las pistas desnudas del pinar de Valdefoz o las laderas herbosas y soleadas del paco de Lapadul. Su pervivencia por aquí está asegurada para deleite en mis paseos. Desconozco si la polilla Cleophora tricolor también disfruta de su presencia por estos lares. Esta polilla en su fase de larva joven tiene el capricho de alimentarse exclusivamente del receptáculo de esta flor y desarrollarse en su cáliz. 
No, no la he distinguido aún, y es que ¡hay tanto en qué fijarse y con qué asombrarse!

Clinopodium acinos       Albahaca silvestre  Astalbaka
    ¿Asombrarase? Asombro y estupor me ha producido enterarme de que hace dos años cuatro químicos de la universidad El-Mansourauna de Egipto tuvieran la ocurrencia exitosa de emplear la albahaca silvestre para producir acero dulce, no dulce de acerola, sino acero resistente a la corrosión y usado en el manejo de ácidos. De las hojas y flores obtuvieron un aceite esencial con cuatro componentes aromáticos y, en vez de emplearlo en producir una crema fragante de venta en parafarmacias y perfumerías, van y lo mezclan con acero bajo en carbono, resistente cuando se anda con ácidos corrosivos, nada menos. ¡Como para comérselo: acero dulce y aromático!

Clinopodium acinos       Albahaca silvestre  Astalbaka
Está en la naturaleza que la dulzura se imponga a la acidez corrosiva

Clinopodium acinos       Albahaca silvestre  Astalbaka

miércoles, 19 de abril de 2023

SAXIFRAGA TRIDACTYLITES

Saxifraga tridactylites 

Plantitas irreductibles, que sólo reclaman una gota de agua para abrirse en primavera

Saxifraga tridactylites 

    Era una mañana de marzo y seguía sin llover. Me acerqué a la Foz para ver si ya habían florecido las plantitas que aprovechan la humedad de la mañana para hacerse ver entre el musgo. Esta cobertura musgosa, que cubre parte de un amplio plano calizo, es el hábitat de las Saxifraga tridactyles y de otras plantitas. 
Mientras trataba de distinguirlas, pensaba que de niños nos entreteníamos siguiendo en el TBO las desventuras del entrometido Rompetechos y que ahora me distraía con estas entrometidas rompe-rocas (frangere-saxum) con hojas en forma de tres dedos (tri-dactylites). El escurridizo Rompetechos escapaba por piernas de los desaguisados y las diminutas tridactylites eluden la sequía y la falta de suelo refugiándose en el musgo.

Saxifraga tridactylites 

    Tan rotundo nombre les fue aplicado a estas insignificantes plantitas por el botánico Joseph Pitton de Tournefort (1656-1708). Tournefort agrupaba las especies de plantas según caracteres comunes y alumbró el concepto de género botánico. Cada planta se nombra con dos palabras: la primera, en mayúscula, es el género, y la segunda corresponde a la especie. Tan enfrascado debía de andar en la búsqueda de nombres para los géneros de plantas que no evitó sufrir un atropello mortal por un carruaje en una calle de París. Es el accidente de tráfico más antiguo que ahora recuerde. 
No hay noticia de que al cochero le hicieran soplar por haber soplado.

Saxifraga tridactylites 

    Quizá Tournefort conociera el entonces popular Remedio de Culpeper y el nombre de la planta que en ese remedio se empleaba: Saxifraga tridactilytes. El controvertido médico Nicholas Culpeper debía de creer, siguiendo la Teoría de las Signaturas, que el remedio está en la semejanza y, si estas plantitas parecían hundir sus raíces en las rocas, también podrían hacerlo en las piedras de los cálculos renales y deshacerlos. Era una manera peculiar de aplicar el principio hipocrático: Similia similibus curantur, lo similar cura lo similar. ¡Un remedio medicinal digno del mejor Rompetechos!

Saxifraga tridactylites 

    Por ahora, sin embargo, no se ha encontrado en esta o en otras especies de saxifragas, ningún principio activo que justifique las múltiples dolencias en que se emplea en la medicina popular, según el tratado Plantas Medicinales de Peris & otros. Así que, se queda para la etnomedicina enumerar los tratamientos para los que se prescribía este género de plantas: los mencionados cálculos renales, protección de tejidos internos, cicatrizar heridas, resfriados, diarreas, amenorreas y ¡cómo no! abortos. ¡Faltaría más!

Saxifraga tridactylites 

    El interés por la recolección de ejemplares para uso medicinal no parece que haya reducido su presencia por el centro y oeste europeo, su territorio de origen. La variedad de ambientes en los que florece es notable, siempre que la humedad esté asegurada al comienzo de la primavera. Así, en Bohemia se ve  que se desarrolla en espacios ferroviarios, supuestamente traídas con la renovación del balastro. Así mismo, en Anglesey (Gales) aparece en las dunas altas, donde está asegurado un grado suficiente de humedad marina. Por el contrario, en Malta hace varias décadas que no se avista y en el sur de Italia o en Moldavia está en peligro de extinción. Un SOS más de auxilio climático.

Saxifraga tridactylites 

Tenemos a la vista otra migración silenciosa sin necesidad de pateras
    
Saxifraga tridactylites 

lunes, 20 de marzo de 2023

GERANIUM DISSECTUM

Geranium dissectum
La llamada de las grullas en vuelo, anuncio de un nuevo ciclo vegetativo

Geranium dissectum
    Vuelan ya hacia el norte miles y miles de grullas que han invernado en las lagunas de Aragón y de otros puntos de la Península. Oír su grullar me hace mirar al cielo para seguir su vuelo en largas hileras en uve y observar la forma cambiante de su formación. Y mientras las grullas, que los griegos llamaban “geranous”, van migrando, en el suelo brotan variedad de geranios, cuyos frutos tendrán la forma alargada del pico de las grullas. Supuestamente, este parecido hizo que Dioscórides y Plinio dieran en la antigüedad el nombre de geranium a varias plantas de dudosa identificación hoy en día. Pasado el tiempo (año 1694) J.P. de Tournefort se lo aplicó a este género de plantas en su moderna nomenclatura botánica (Pg.232).
  
Geranium dissectum
    La urgencia de las grullas para migrar, no es sentida por los geranios de hojas divididas (dissectum) para dejarse ver en las sementeras y espuendas. Estos geranios, muy cucos, prefieren esperar que pasen las primeras rociadas de herbicidas y desarrollarse en abril y mayo, aprovechando aún la humedad de los sembrados y lindes del Saso o de los alrededores de la balsa de La Mueda. Por aquí, en el occidente europeo, está su hábitat originario; diríamos que es una de las nuestras. También es abundante al otro lado del Atlántico, pero…

Geranium dissectum

    Pero, allende los mares, ni el intenso color púrpura de sus flores ni su interés medicinal, le han valido un cálido recibimiento. En California está considerada planta invasora por alterar cultivos y en México la tienen en la lista de malezas, pese a que la consideran como potencialmente comestible o de empleo ornamental. Y todo esto le ocurre por ser una planta hospedante, por recibir a otras plantas o insectos. 
No te dejan en paz ni siendo receptivo a las necesidades ajenas.
  
Geranium dissectum
    La necesidad de alimento es general tanto en plantas como en animales, por muy vegano que uno sea. Sabido es que las plantas tienen resuelta esta necesidad por sí mismas, a través de la clorofila, sobre todo. Pero, los orobanches, ¡pobricos!, carecen de ella, y esta especie de geranio hace de banco de alimentos a la especie ramosa
Hasta aquí, sin problemas; ¿a quién le importa cómo se arreglan estas dos plantas? 

Geranium dissectum
    Otra cosa es meternos con el algodón, el maíz o el tabaco y cuestionar los resultados agrícolas de las plantaciones. En esto anda el gusano cogollero, larva de la mariposa nocturna Helicoverpa zea, que cruzó el charco hospedada en este geranio. Una vez en el otro mundo, encontró sabrosísimos los cogollos de esas extensísimas plantaciones; gusto tenido en muy poca consideración por los agricultores a orillas del Mississippi. Si por aquí estos geranios capeaban algunas rociadas de herbicidas, por tierras del dólar se librarán de rociadas de plomo, sí; pero no se librarán de soluciones acuosas de rubidio y de estroncio, aunque sean minerales raros y el segundo se emplee en los relojes atómicos. 
¡Hasta ahí podríamos llegar!

Geranium dissectum
La diferencia púrpura entre eficaz y eficiente, cuando la tolerancia parece tener un límite

Geranium dissectum

viernes, 17 de febrero de 2023

RHINANTHUS PUMILUS

Rhinanthus pumilus
La inocencia del parasitismo bajo formas y colores atractivos 
    
Rhinanthus pumilus
“Y Yahvé Dios modeló del suelo todos los animales del campo y todas las aves del cielo y los llevó ante el hombre para ver cómo los llamaba, y para que cada ser viviente tuviese el nombre que el hombre le diera. El hombre puso nombres a todos los ganados, a las aves del cielo y a todos los animales del campo.” Gn 2,19. Adán debió de sudar lo suyo para inventarse tantos nombres y recordarlos sin dejarlos por escrito; y eso que no puso nombres a las plantas. Con lo que no contaba Adán era con la Torre de Babel, que trastocó su nomenclatura, confundió nombres, los multiplicó y lió de manera difusa los nombres de plantas y animales. 

Rhinanthus pumilus
Y el lío siguió hasta que llegó Carlos Linneo y mandó parar, adelantándose a Fidel. Linneo se debió sentir como Adán en el paraíso, ante el caos de nombres de los vivientes; así que decidió que tenía que poner orden en el caos, como si fuera un nuevo creador. Gn 1,2. Por ejemplo: esta planta de pétalos amarillos redondeados que la llamamos, kurkubia en euskera; sorolla en catalán y sanosa o cresta de gallos, en castellano, Linneo la llamó Rhinanthus. Fue una labor ímproba, pero me parece que Linneo no tuvo su tarde más lucida, cuando la llamó flor narizotas (anthos – rhino), aunque dicho en griego para disimular, por supuesto. Solo una imaginación calenturienta vería una trompa de elefante en estas flores, según la descripción que nos dejó en la página 603 de su Species Plantarum 2

Rhinanthus pumilus
Habrá que disculparle al atareado Linneo, porque me supongo que, como es planta mediterránea, los ejemplares que le mandaron llegarían deformados a Suecia. De haber visto estas flores en su ambiente natural, me parece que habría sido más fácil confundirlas con un grupo de pollitos piando en su ambiente natural, que por aquí son los herbazales de El Castellón y las solanas herbosas hacia Yesa. Espero nuevamente que los pumilus (enanos) se dejarán ver también este año a comienzo del verano, asomando entre la hierba aún fresca, sin necesidad de que los oiga piar.
    
Rhinanthus pumilus
Esos herbazales del pueblo son hábitats soleados, con una gran variedad vegetal y escasa humedad a medida que avanza el verano. Son los llamados pastizales mesoxerófilos colinos y montanos en el Manual de hábitats de Navarra, dentro del tipo subcantábrico (4.3.1.1-3). En ellos encuentro, junto a las gramíneas brachypodium, avénulas, brizas, dactilis o bromus, leguminosas, como tréboles, genistas o coronillas; y además, ranúnculos, cardillos, potentillas, seselis y variedad de orquídeas. En este batiburrillo vegetal es donde perviven estas plantas con flores amarillas narigudas.

Rhinanthus pumilus
Pero, ¡cuidado!, que el aspecto inocente y bucólico de estos pastos no nos debe hace olvidar que también entre las plantas se entabla una dura lucha por la vida, máxime en un ambiente tan abigarrado. Así es como estos rhinanthus, que son plantas semiparásitas, hunden sus raíces en el xilema, en los tubos por los que circula la savia en las raíces, particularmente, de gramíneas y leguminosas, que tienen en derredor. Esto hace que los ingenieros de ecosistemas consideren a este género de plantas como un regulador natural de la diversidad vegetal de las praderas y que se utilice este hecho para controlar el expansionismo de las gramíneas. ¡Y me parecían inocentes pollitos!

Rhinanthus pumilus
El valor de la diversidad vegetal, atendido por la propia vegetación

Rhinanthus pumilus

lunes, 23 de enero de 2023

OROBANCHE CARYOPHILLACEAE

Orobanca        Orobanche caryophillaceae

La vida escondida de las plantas en la época fría del año

Orobanca        Orobanche caryophillaceae
    “Una flor, ¿qué otro tema podría revelarnos tanto sobre la esencia de las cosas? Una flor, ya esté languideciendo en un jarrón o emergiendo de la tierra llena de vida, nos cuenta todo lo que necesitamos saber sobre la vida y la muerte”. 
Así acaban Kenda Wilson y Angus Hyland el prólogo de Flores en el arte, donde muestran cómo artistas de la fotografía o la pintura han tomado a la flor como tema de su expresividad emotiva. 
Y sí, llena de vida y delicado color me encontré esta orobanca en el carasol calizo de El Ginebro, hace años por mayo.

Orobanca        Orobanche caryophillaceae
    Ahora, en invierno esta orobanca, ni languidece ni emerge, sino que se esconde en las diminutas y abundantes semillas dispersadas hace meses. Es su forma de adaptarse a la estación desfavorable: mediante semillas que germinarán cuando las condiciones ambientales sean adecuadas para su nuevo desarrollo. Así, según las adaptaciones de las plantas a los ambientes naturales, analizados por ecólogo y botánico danés Christen Raunkiær, estas orobancas son plantas terófitas; es decir, son plantas anuales veraniegas; y así nos entendemos mejor.

Orobanca        Orobanche caryophillaceae
    Pero, cuidado con dejarse engañar por su delicado colorido, porque las orobancas son plantas parásitas, y el diccionario la RAE explica que esta palabra de origen griego se traduce como comensal o gorrón. Quizá, en este caso, el diminuto tamaño de las semillas (hacen falta tres para cubrir un milímetro) explique este proceder parasitario. Las semillas apenas tienen capacidad para producir unas raicillas, haustorios, que se introducen en las raíces de las hierbas cuajaderas de la leche (Galium spp) y así desarrollarse y florecen tan distinguidamente. 
No son las únicas, por lo visto, que nacen sabiendo dónde chupar.

Orobanca        Orobanche caryophillaceae

    Y chupando y chupando, a las orobancas no les hace falta alimentarse del CO2 aéreo por medio de la clorofila, como a las demás plantas; así se ahorran el esfuerzo de vestirse de verde y pueden recurrir a colores más atractivos para los insectos polinizadores. Pero, el sol, los omnívoros, patógenos varios y hasta los veganos estamos ahí y las orobancas han tenido que sacudirse la indolencia para producir fenilpropanoides, nada menos, con los que defenderse de los rayos ultravioletas, los herbívoros, y otros seres de diverso tipo; atraídos, algunos, por su leve fragancia.

Orobanca        Orobanche caryophillaceae

    Precisamente, esos componentes de nombre enrevesado son los que interesan a los investigadores, alertados por su empleo medicinal en la zona euroasiática, incluida China, donde su presencia es escasa. Se tiene noticia de su uso popular para tratamientos tan diversos como son: tonificar el riñón, contra la impotencia y la espermatorrea, problemas dermatológicos y heridas, así como la diarrea infantil. Actualmente se ha comprobado que sus glucósidos PPG tienen efectos antioxidantes y anticoagulantes en varias pruebas de laboratorio, que los hacen válidos para tratamientos medicinales específicos. Espero que con este dato la USDA la borre del listado de plantas nocivas.

Orobanca        Orobanche caryophillaceae

El parasitismo, el truco adaptativo de estas orobancas delicadas y salutíferas

Orobanca        Orobanche caryophillaceae

miércoles, 30 de noviembre de 2022

NIGELLA DAMASCENA

Nigella damascena
Plantas valiosas que desaparecen de nuestra vista sin motivo aparente
    
Nigella damascena
- ¿Y me dice, usted, que en este espacio hubo varias matas de neguillas de Damasco?
- Aquí mismo, con flores blancas; junto al trasformador de La Chocarrera; y no hace tanto, no señor.
- Pues, se ha quedado este trozo como un pedregal inculto. ¿No serían un peligro para el tendido eléctrico?
- ¡Qué va! Que vino el empleado y les dio con la azada; no tendría otro quehacer aquella mañana.
- Es una pena quedarse sin adornos florales naturales, atractivos y baratos.
- ¡Eso, y tan baratos! Como que salían cada año con las semillas que desprendían y sin necesidad de regarlas, ni sembrarlas, ni nada. Lo mismo les pasó a las alceas de ese otro lado. ¡Y mira que eran espectaculares!

Nigella damascena
Así, tontamente, hemos dejado de ver estas flores por las calles y los alrededores; flores, que por ser silvestres, se consideran malezas y malas hierbas; pero que, cuando las ves en un vivero, compruebas que tu monedero no está demasiado prieto. Estas neguillas, son plantas origen circunmediterráneo, que, por la vistosidad de las flores y por lo tupido del ramaje, es frecuente verlas en jardines de Europa y de otras zonas templadas. Las hubo también, azules, en el talud de la era de Barrio Alto; antes de que se ensañaran con las silvestres, segándolas aún verdes.

Nigella damascena
Las neguillas, o arañuelas, tienen en la Península multitud de nombres (no tan poéticos como en inglés: love-in-a-mist, amor en la niebla). Tan larga nomenclatura da idea de la extensión de su popularidad desde antiguo; no tanto por sus valores estéticos, sino por los prácticos: por su variado empleo medicinal. Según una reciente revisión etnobotánica se han empleado para regular la menstruación; para afecciones catarrales y amenorrea; como diurético y esternutatorio; como analgésico, antiedematoso y antipirético; como vermífugo y desinfectante. El manual “Plantas medicinales de la Península” añade otras cualidades: antiinflamatorias, antialérgicas, antiestamínicas, y … para qué seguir con la lista si no dispongo de plantas para hacer preparados...y más me vale.
    
Nigella damascena
Si los listados anteriores eran para aburrir, la interminable nómina de publicaciones científicas acerca de las arañuelas sigue creciendo cada año. El listado de Scispace da acceso a 121 publicaciones, siendo la más antigua de 1912, sobre el alcaloide damascenina, que da toxicidad a la planta y que la hace figurar entre las plantas cuya venta no controlada está prohibida desde 2004. Según el listado del National Center of Biotechnology Information son más de mil las investigaciones que tienen a la arañuela como objeto de estudio. La especialización es tal como puedo uno suponer leyendo títulos como: Identificación de los genes reguladores clave, involucrados en el desarrollo de pétalos elaborados y la formación de caracteres especializados en Nigella damascena (Ranunculaceae). 
Entendido, buen trabajo de chinos. ¡Vale!

Nigella damascena
A los pétalos les ocurre que ocultan, a saber por qué, los nectarios que atraerían a los polinizadores. Así que, una vez hecha la pifia, las arañuelas han tenido que crear unos falsos nectarios coloristas, que sirvan de cebo a los insectos. De esta forma, para la visión de los insectos, los pseudonectarios resultan brillantes y reflectantes, de color verde esmeralda, mientras que el resto del pétalo es oscuro y así los redirigen a los verdaderos nectarios. Esos falsos nectarios, para desgracia de las arañuelas, no se desarrollan cuando son infectadas por el virus TRV2, haciendo más difícil la polinización. Esto debió ocurrir con las neguillas del pueblo: en ninguna de las fotos se pueden observar los falsos nectarios. Una pena, que explican minuciosamente otro grupo de investigadores…chinos, ¡cómo, no!

Nigella damascena
Dijo Jesús a sus discípulos: Ni Salomón, con todo su lujo, se vestía como una de ellas (Mt 6, 24)