|
Cytisus oromediterraneus |
Unos
pocos cojines olorosos, no demasiado cómodos
|
Cytisus oromediterraneus |
“Iba
yo a comprar el pan…” y a esa hora, el lado
guasón y crítico de Paco Umbral, escuchaba los
comentarios que le servirían para su columna en el diario El País durante doce
años. Por mi parte, no iba yo a comprar el
pan, no; sino a ver los raros y agudos cojines de monja de flores
moradas que cubren la sierra al oeste del Arangoiti. Así que, tras
coronar la cañada, me detuve a contemplar el pantano ante una mata florida y
almohadillada, que, por ser de flores amarillas no era uno de los cojines
buscados.
|
Cytisus oromediterraneus |
Así
fue como “iba yo a…” ver una planta rara
y me encontré ante otra aún más rara en Navarra: esta especie de piorno. Sí,
piorno, hiniesta, calabón, retama de escobas y tantos otros que hacen
referencia a otras especies del género; y tres en euskera, sólo para esta
especie: isats, jats-ilar, zarika; lo que está muy bien, para no haber ahora
más que estos dos ejemplares en Euskal Herria. ¿O es que antes estuvo tan
extendido por aquí como en otras zonas de la península?
|
Cytisus oromediterraneus |
No
he encontrado la respuesta. Quizá, viendo el escaso suelo adecuado para su desarrollo, silíceo
y abierto a la influencia mediterránea, haya sufrido algún tipo de explotación
exhaustiva, de tal manera que la presencia ha quedado reducida a poco más de
las dos matas vistas en la sierra. Esto no sucede en la sierra de Gredos y otros montes
(oro) abiertos a la influencia mediterránea donde ocupa amplias extensiones:
los piornales. Lo mismo ocurre en extensas zonas al norte de los Pirineos,
sobre todo en la parte oriental. Y para de contar, que no hay más en el mundo mundial. |
Cytisus oromediterraneus |
La
sobreexplotación, quizá, se debiera a ser un buen combustible, pero también lo son
los cojines morados del otro lado de la sierra y ahí están. Además, las ollagas, que
están más a mano, son abundantísimas y arden que no veas. No quiero suponer que
el atractivo olor a vainilla de estas flores
amarillas, y que no lo tienen las moradas, haya resultado decisivo para
su drástica reducción por los rasos de la sierra.
|
Cytisus oromediterraneus |
Veamos.
Varios estudios tratan el cambio de extensión de esta planta. Unos, se han
dedicado a estudiar la supervivencia tras los incendios. La observación de la
evolución parece ser en todos los casos favorable y no explicaría la reducción
de la masa
vegetal. Otros estudios ven en el aumento de la temperatura la
explicación de la colonización que estas plantas están realizando en alturas superiores,
abandonando las cotas montañosas inferiores. Y, si el aumento de temperatura no
se detiene, ¿hasta cuándo podremos oler a vainilla por la sierra?
|
Cytisus oromediterraneus |
Un
termómetro sin marcas, pero marcado por la temperatura
|
Cytisus oromediterraneus |