Las palabras coloreadas amplían informacion mediante un clic. No se permite hacer uso de fotos o texto sin permiso explícito. ©

jueves, 14 de marzo de 2013

CROCUS NEVADENSIS

El azafrán de Sierra Nevada nos florece en los carasoles de La Sarda

Crocus nevadensis
Crocus nevadensis



Azafrán me suena a especia culinaria con nombre de origen árabe y al título de una zarzuela. El azafrán, que se obtiene de los estigmas de la planta a la que se refiere la zarzuela, los griegos y latinos le daban el nombre de crocus, nombre también dado a esta planta.
Sin embargo, la especie que tenemos por los carasoles de La Sarda, y por otros lugares del pueblo, crocus nevadensis, no sirve para dar color y sabor a los arroces. Pero, sin tener valor culinario ni económico, sus flores translúcidas tienen, sin duda, un valor estético es impagable. 




Crocus nevadensis



Cuando la veo florecer por los carasoles de La Sarda, me hago a la idea de que lo peor del invierno ha pasado y que me anuncian la proximidad de la primavera. Como aún las flores son escasas, me resultan más sorprendentes porque en la parte exterior de los tépalos blancos se traslucen las líneas de una pluma.
Crocus nevadensis





Estando tan lejos de Sierra Nevada, nevadensis, me resulta chocante verla por estas latitudes. Aunque se la considera poco frecuente en Navarra, es abundante en el pueblo. Al parecer sólo florece entre el Pirineo y el Atlas y no se encuentra en otras partes de Europa. 
La alusión a la sierra granadina se debe a Mariano del Amo y Mora, un botánico que fue primer Decano de la Facultad de Farmacia de Granada entre 1850 y 1892. Durante estos años le dio tiempo a estudiar la flora de la zona y a describirla en varias publicaciones. 
A esta planta tampoco le encontró aplicaciones farmacéuticas . 



Pero, el adornar los faitíos y ser un deleite para la vista de los paseantes de La Sarda, ¿no es ya es suficiente?.  ¿Para qué más?.

Crocus nevadenis

lunes, 4 de marzo de 2013

VERONICA POLITA

Esta Verónica, sin paño,  da esplendor… a las cunetas

VERONICA POLITA
VERONICA POLITA

Esta verónica es de la especie "polita", distinta de otras que también las hay en el pueblo. 
Polita o pulida se aplica en euskera, latín o castellano a la que es “agraciada y de buen parecer” según el DRAE  o “gustagarria” según el Elhuyar. 
Agraciada nos lo parecerá, si nos detenemos y nos ponemos a contemplarla a su altura, cerca del suelo. 
¡Cuidadito con pisarlas!

VERONICA POLITA





Esta planta se extiende por gran parte del mundo, desde Japón a Tasmania o desde Ordesa al Himalaya. Sin embargo, en nuestra zona está en recesión, según conteos precisos realizados entre 1976 y 2007 por la Unidad de Sanidad Vegetal de Zaragoza



VERONICA POLITA




Esta disminución tiene varios motivos: a mi entender, unos comprensibles y otros, no. 
Se puede entender que los agricultores empleen herbicidas para conseguir que los trigos o los almendros no tengan competidores. 
Sin embargo, las siegas de cunetas o arcenes en las carreteras y caminos de los pueblos por orden de la autoridad, no lo es. Esta actuación no está justificada ni estética ni biológicamente. De manera natural y baratísima adornan nuestro entorno. 
¡Habría que abonarlas en vez de segarlas!

VERONICA POLITA



Esta verónica es absolutamente inofensiva…, pero ¡podría no serlo! 
Tiene un gen capaz de inducir la producción de sustancias fatales para el corazón, los cardenólidos, como sí lo hace la digitales purpúrea
Pero, no; esta verónica es tan polita y pulida que mantiene inactivo al gen P5βR2 y, para nuestra tranquilidad, no los produce en absoluto.
VERONICA POLITA





Podría parecer que la única finalidad de esta planta es tapizar las orillas de los caminos. Así podemos tener verde el camino entre la Chocarrera y la Bodega y ver punteado de azul y blanco la orilla y la era frente a la panadería. Pero esto es sólo hasta que algún empleado municipal las siegue y deje estos bordes como una rastrojera en abril. 
¡Que es gratis tenerlas a la vista!



Para otro día queda la deliciosa leyenda de la Verónica y su paño. 
Más bien, sus paños; pues son cuatro los que se veneran como reliquias auténticas.

VERONICA POLITA