Una de
venenos… saludables
Eupatorium cannabinum |
Eupatorium cannabinum |
Leyenda urbana, bulo, bola, bernardina, mito, cuento de camino, chisme, rumor y no sé cuántas expresiones más, se refieren, con matices, a imposibles que se dan por ciertos, y ahora difundidos con facilidad por las redes sociales virtuales. Uno de estos imposibles antiguos está unido al nombre de Mitrídates VI, Eupator, y por ello asociado con el nombre de esta planta, eupatoria. Mitrídates, rey del Ponto, fue un acérrimo enemigo de Roma y difundió la noticia de ser inmune a los efectos perniciosos de los venenos, así como ser el creador de un antídoto universal, el mitridato, de amplia difusión hasta bien avanzada la edad moderna.
Eupatorium cannabinum |
El empleo de esta pócima hasta épocas no lejanas, ha hecho posible que dispongamos de su detallada fórmula magistral, sin que figurara la eupatoria entre sus treinta y seis ingredientes. Me pueden parecer muchos, pero según Plinio eran más: “El antídoto de Mitrídates se compone de cincuenta y cuatro sustancias, ninguna de ellas en la misma proporción, y de alguna de ellas se ordena las sexagésima parte de un denario. Pero, ¡por todos los dioses!, ¿quién de ellos ha dado tal receta?” (Historia Natural, pág 576 ed. Cátedra).
Está visto, sin embargo, que la crítica al curanderismo, que desde Plinio tiene al menos una antigüedad de dos milenios, no ha logrado aún acallar del todo a los charlatanes.
Eupatorium cannabinum |
Así es como me encuentro con una planta con el nombre de
un bluf regio; planta que, a su vez, no es lo que parece: con apariencia de un
umbelífera, es una compuesta, y no son los pétalos lo que la hace llamativa,
sino sus estambres. Para completar el despiste, el nombre específico,
cannabinum, se debe al parecido de las hojas con las del cáñamo (cannabis), con
el que nada tiene que ver: es de orden botánico distinto, no tiene efectos
sedantes y no sirve para hacer redes, cuerdas o alpargatas de cáñamo.
Eupatorium cannabinum |
Con todo, tengo que admitir que Mitríades Eupator, de forma real o propagandística, algo tuvo que ver con la medicina, como le ha ocurrido a esta planta, que lo largo del tiempo ha tenido reconocimiento medicinal, digamos que de amplio espectro. Según L.M. García Bona en Plantas medicinales de Navarra se usa como: vulneraria para cicatrizar heridas, diurética, expectorante, sudorífica, laxante, depurativa, emética; contra la inapetencia, el reuma; en afecciones renales, catarros; como colagoga en afecciones hepáticas.
Tanto, tanto, tanto bien, algún efecto indeseado
conllevaría, digo.
Eupatorium cannabinum |
¡Y tanto!, como que debe de ser fatal para el hígado de herbívoros, vegetarianos y demás omnívoros hambrientos, debido a algunos de los alcaloides pirrolizínicos que ha desarrollado de entre los, nada menos, seiscientos conocidos.
En compensación, en el haber saludable cuenta con la presencia de lactonas varias, como la eupatorina o la eupatoripicrina, con esos nombres es fácil suponer donde las habrán encontrado los bioquímicos, y que parecen tener valor antitumoral. Además, nos brinda compuestos acetilénicos con efectos antibióticos y nematocidas establecidos por la farmacología actual.
Y aquí me quedo boquiabierto ante la multitud de dibujos de celdillas enlazadas de las formulaciones, que dan idea de la complejidad de estos compuestos. ¡Chapo!
Las leyendas urbanas, como las medicinales,
se aclaran en
las probetas del análisis contrastable
Eupatorium cannabinum |