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domingo, 14 de mayo de 2023

CLINOPODIUM ACINOS

Clinopodium acinos       Albahaca silvestre  Astalbaka
El valor de la diversidad vegetal: de la nada al acero

Clinopodium acinos       Albahaca silvestre  Astalbaka
     Suele ser una idea ampliamente compartida, dicho sin mala sombra, que el cuidado del reino vegetal es una obligación universal porque en ello nos va la vida. Somos muchos, quizá, los que creemos que necesitamos las plantas para tener oxigenado el aire que respiramos, para alimentarnos, para sanar con medicinas de origen vegetal, para disfrutar de los colores y fragancias de las flores en montes y parques. De todo ello, sin embargo, sospecho que nuestra relación con las plantas tiene un tufillo utilitario y antropocéntrico. Esto he creído notar al observar con escaso interés las corolas labiadas, abiertas como bocas, de estas albahacas silvestres (astalbaka en euskera) que ni sirven de alimento, ni son medicinales, ni adornan los jardines de las plazas, ni son olorosas. Por no ser, no son ni malezas ni malas hierbas.
    
Clinopodium acinos       Albahaca silvestre  Astalbaka
    ¡Vamos! que son naturaleza a secas, sin otra utilidad al parecer: una de las múltiples formas divergentes e impredecibles de la evolución de las especies. Esto de la divergencia, además de valiosa en sí, es un modelo muy bien copiado por los botánicos, porque para Linneo era del género thymus (tomillo), para Scheeler era una satureja, para Dandy, una acinos; para Clairville, una calaminta; y el triunfador es: Otto Kuntze, que la situó en el género clinopodium (pie de cama, dicho en griego), que es como al parecer llamaban a la albahaca silvestre los naturalistas antiguos Dioscórides y Plinio. 
¡Y vete a saber de dónde sacó el parecido con una pata de cama esta pareja!

Clinopodium acinos       Albahaca silvestre  Astalbaka
    Vuelvo al triunfador Otto Kuntze (1843-1907). Tuvo la paciencia suficiente para pasar ocho años redactando los tres volúmenes de su Revisio Generum Plantarum (1891). En esta magna obra propuso una revisión de la clasificación de las plantas propuesta en el siglo anterior por Carlos Linneo (1758) y que había sido revisada por Agustín Candolle (1813). En el segundo tomo de esta revisión incluye a esta albahaca silvestre en el género clinopodium (pág.513-6). La Revisio, escrita en alemán, fue rechazada de plano y Kuntze cayó en el ostracismo y silenciado por los botánicos de su época. Diversidad, sí pero no tanto, debieron pensar. Y fue en 1930 cuando se acordaron las reglas de un Código Internacional de Nomenclatura Botánica (CINB), desde 2012 (CIN). Además, Kuntze debía de tener su punto txirene, gracioso y excéntrico, a juzgar por el posado fotográfico de su biografía.

Clinopodium acinos       Albahaca silvestre  Astalbaka
    La diversidad también tiene que ver con la disparidad de terrenos en que se desarrolla la albahaca silvestre por todo Europa y en particular en esta zona: el solano de la sarda, las pistas desnudas del pinar de Valdefoz o las laderas herbosas y soleadas del paco de Lapadul. Su pervivencia por aquí está asegurada para deleite en mis paseos. Desconozco si la polilla Cleophora tricolor también disfruta de su presencia por estos lares. Esta polilla en su fase de larva joven tiene el capricho de alimentarse exclusivamente del receptáculo de esta flor y desarrollarse en su cáliz. 
No, no la he distinguido aún, y es que ¡hay tanto en qué fijarse y con qué asombrarse!

Clinopodium acinos       Albahaca silvestre  Astalbaka
    ¿Asombrarase? Asombro y estupor me ha producido enterarme de que hace dos años cuatro químicos de la universidad El-Mansourauna de Egipto tuvieran la ocurrencia exitosa de emplear la albahaca silvestre para producir acero dulce, no dulce de acerola, sino acero resistente a la corrosión y usado en el manejo de ácidos. De las hojas y flores obtuvieron un aceite esencial con cuatro componentes aromáticos y, en vez de emplearlo en producir una crema fragante de venta en parafarmacias y perfumerías, van y lo mezclan con acero bajo en carbono, resistente cuando se anda con ácidos corrosivos, nada menos. ¡Como para comérselo: acero dulce y aromático!

Clinopodium acinos       Albahaca silvestre  Astalbaka
Está en la naturaleza que la dulzura se imponga a la acidez corrosiva

Clinopodium acinos       Albahaca silvestre  Astalbaka

2 comentarios:

  1. Disfrutatu diat, lore eder honi buruzko informazioa irakurtzen, horrela joango gaituk gure kulturaz aberasten.

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  2. Irakurketarekin gozatu baduzu, merezi izan du idaztea. Gurutz.

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