|
Phyteuma orbiculare Rampión |
Una planta con garra y con buen color y sabor
|
Phyteuma orbiculare Rampión |
Salir uno sin rumbo fijo, salir sin guías sabelotodo,
salir a dejarse sorprender por las flores que puedas ver por los senderos y
laderas de Liédena, es un atractivo singular que te engancha para repetirlo
cada finde, como poco. Una de esas sorpresas es este rampión de recurvadas
flores azules, considerado de la familia de las campanillas por los botánicos.
|
Phyteuma orbiculare Rampión |
Estas curiosas flores se dejan ver por aquí en zonas bien
diversas: al este, entre las hierbas del sotobosque del pinar o, más allá, en
la ladera despejada del paco de la Padul y, al sur, por entre las ollagas punzantes
de las laderas soleadas de Laiazeta. Su delicadeza no es indicio de debilidad,
sino de astucia. Florecen con la humedad de la primavera y el resto de las
estaciones del año se conservan bajo tierra; pasan la vida semi escondidas: son
plantas hemicriptófitas,
dicho en griego para que lo entienda cualquiera.
|
Phyteuma orbiculare Rampión |
La áspera ladera de Laiazeta es un suave jardín comparado
con el paisaje desolado que se encontró el botánico Joan Cadevall en la excursión que hizo en la primavera de 1906 hacia el santuario de Corbera
y donde se topó con este rampión orbicular. No es de extrañar que una tarde
este insigne catalán escribiera:
“Si la excursión no ha resultado rica en especies botánicas, lo ha sido en
emociones muy agradables”. Ahora, los alrededores del santuario tienen una
exuberancia vegetal
que asombraría a Cadevall y que, quizá, haga rabiar a los retrógrados que
siguen predicando que cualquier tiempo pasado fue mejor.
|
Phyteuma orbiculare Rampión |
Como se ve, la difusión de este rampión se extiende por los
montes y valles calizos de la mitad norte de la Península, hasta superar los
dos mil metros. Y siguiendo la línea alpina, florece por las cadenas montañosas
del centro de Europa,
si bien escasea hacia el este y se considera que debe ser protegida en Chequia
y Polonia.
Por esas montañas, al parecer, las flores y las hojas figuraban en la dieta
alimenticia de los pastores, aunque no recuerdo haber visto probarlas ni a
Heidi ni a su abuelo, el Viejo de los Alpes.
|
Phyteuma orbiculare Rampión |
Ese detalle dietético pasaría inadvertido a los autores
japoneses de la serie televisiva, pero no al equipo de investigadores suizos de
la universidad de Basilea, quienes, orientados por tradiciones orales del cantón
de Valais, estudiaron la composición bioquímica de este
rampión. Encontraron veintitrés compuestos, varios desconocidos hasta
esa investigación, sin que entre ellos se detectara ningún elemento tóxico.
Proponen, en consecuencia, que se fomente su cultivo y su explotación
comercial, a semejanza de la rúcula, cuyo reciente éxito mercantil es
envidiable.
|
Phyteuma orbiculare Rampión |
Investigadores eslovenos, con otros intereses, se han fijado en el color
de los rampiones y han dirigido sus estudios a determinar los compuestos
fenólicos que sirven a las plantas de defensa, de atractivo a los insectos
polinizadores o difusores de sus semillas, de reductores de la competencia o de
filtradores de rayos ultravioletas. Entre los 44 fenoles estudiados, han detectado
siete antocianinas,
productos que determinan la coloración de las flores. Esta investigación abre
camino para la diferenciación de las especies, en caso de que los caracteres
morfológicos no sean claramente diferenciables.
|
Phyteuma orbiculare Rampión |
Los espacios vegetales colorean los paisajes y la dieta se colorea de investigación
|
Phyteuma orbiculare Rampión |
Tendremos que volver a por semillas😃
ResponderEliminarComo siempre, ofreces cosas interesantes y bonitas. Ánimo
ResponderEliminarun gustazo leer tus escritos.
ResponderEliminar