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martes, 30 de mayo de 2023

PHYTEUMA ORBICULARE

Phyteuma orbiculare      Rampión

Una planta con garra y con buen color y sabor

Phyteuma orbiculare      Rampión
    Salir uno sin rumbo fijo, salir sin guías sabelotodo, salir a dejarse sorprender por las flores que puedas ver por los senderos y laderas de Liédena, es un atractivo singular que te engancha para repetirlo cada finde, como poco. Una de esas sorpresas es este rampión de recurvadas flores azules, considerado de la familia de las campanillas por los botánicos. 

Phyteuma orbiculare      Rampión
    Estas curiosas flores se dejan ver por aquí en zonas bien diversas: al este, entre las hierbas del sotobosque del pinar o, más allá, en la ladera despejada del paco de la Padul y, al sur, por entre las ollagas punzantes de las laderas soleadas de Laiazeta. Su delicadeza no es indicio de debilidad, sino de astucia. Florecen con la humedad de la primavera y el resto de las estaciones del año se conservan bajo tierra; pasan la vida semi escondidas: son plantas hemicriptófitas, dicho en griego para que lo entienda cualquiera.
   
Phyteuma orbiculare      Rampión
    La áspera ladera de Laiazeta es un suave jardín comparado con el paisaje desolado que se encontró el botánico  Joan Cadevall en la excursión que hizo en la primavera de 1906 hacia el santuario de Corbera y donde se topó con este rampión orbicular. No es de extrañar que una tarde este insigne catalán escribiera: “Si la excursión no ha resultado rica en especies botánicas, lo ha sido en emociones muy agradables”. Ahora, los alrededores del santuario tienen una exuberancia vegetal que asombraría a Cadevall y que, quizá, haga rabiar a los retrógrados que siguen predicando que cualquier tiempo pasado fue mejor.

Phyteuma orbiculare      Rampión
    Como se ve, la difusión de este rampión se extiende por los montes y valles calizos de la mitad norte de la Península, hasta superar los dos mil metros. Y siguiendo la línea alpina, florece por las cadenas montañosas del centro de Europa, si bien escasea hacia el este y se considera que debe ser protegida en Chequia y Polonia. Por esas montañas, al parecer, las flores y las hojas figuraban en la dieta alimenticia de los pastores, aunque no recuerdo haber visto probarlas ni a Heidi ni a su abuelo, el Viejo de los Alpes.
      
Phyteuma orbiculare      Rampión
    Ese detalle dietético pasaría inadvertido a los autores japoneses de la serie televisiva, pero no al equipo de investigadores suizos de la universidad de Basilea, quienes, orientados por tradiciones orales del cantón de Valais, estudiaron la composición bioquímica de este rampión. Encontraron veintitrés compuestos, varios desconocidos hasta esa investigación, sin que entre ellos se detectara ningún elemento tóxico. Proponen, en consecuencia, que se fomente su cultivo y su explotación comercial, a semejanza de la rúcula, cuyo reciente éxito mercantil es envidiable.
   
Phyteuma orbiculare      Rampión
   Investigadores eslovenos, con otros intereses, se han fijado en el color de los rampiones y han dirigido sus estudios a determinar los compuestos fenólicos que sirven a las plantas de defensa, de atractivo a los insectos polinizadores o difusores de sus semillas, de reductores de la competencia o de filtradores de rayos ultravioletas. Entre los 44 fenoles estudiados, han detectado siete antocianinas, productos que determinan la coloración de las flores. Esta investigación abre camino para la diferenciación de las especies, en caso de que los caracteres morfológicos no sean claramente diferenciables.

Phyteuma orbiculare      Rampión
Los espacios vegetales colorean los paisajes y la dieta se colorea de investigación
  
Phyteuma orbiculare      Rampión

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