Clavelina Dianthus armeria |
Una clavelina de verano, que pervive en invierno
Clavelina Dianthus armeria |
Las predicciones meteorológicas se han cumplido: la
lluvia lleva varios días invitándonos a mirar por la ventana antes de salir de
casa; los sembrados verdean; el viento variable nos sitúa en otoño; el fresco,
que pareció no llegaría, nos mueve a calentar las casas y, además, la nieve ha
blanqueado la sierra. Veo nevada la sierra y me pongo a buscar fotos de una de las
clavelinas que atraen mi atención en los paseos de verano: las clavelinas (Di-anthus,
flores de Dios), las divinas de pétalos rosáceos, que florecen en la Cañada de
los Roncaleses y en los prados soleados de las alturas del Castellar.
Clavelina Dianthus armeria |
Ahora, cuando en esas alturas, la nieve, la niebla o el
viento frío son habituales, estas clavelinas mantienen extendida su roseta de
hojas, que se habían desarrollado con los calores del verano y que florecerán
en la temporada próxima. Es, pues, una de las plantas cuyo proceso de
desarrollo dura dos
temporadas, o más.
No he encontrado qué sistema emplea para soportar
los cambios de temperatura, pero sí imitadores que se creen que, por ir aún con
pantalón corto, el verano va a durar todo el año.
Clavelina Dianthus armeria |
Quizá, entre los mecanismos de supervivencia hay que
contar con que cada planta puede llegar a producir cuatrocientas semillas de no
más de un milímetro de tamaño.
Además, estas semillitas estarán inactivas hasta que, al año siguiente, si han
caído en sitio seco y no entre hojarasca, germinen al subir la temperatura.
Sólo entonces desarrollarán la roseta de hojas invernantes, que florecerá al
siguiente. Por si fuera poco, se ha constatado que la inactividad puede llegar
a durar cuarenta años.
¡La de semillitas que no habré pisado y diseminado, andando
por Leyre!
Clavelina Dianthus armeria |
Así pues, no es de extrañar que, con semejantes trucos de
supervivencia, desde Europa se hayan extendido hacia Norte América; teniendo en
cuenta los intercambios de productos, guerras y viajes de personas entre ambos ámbitos.
Y desde USA, a su área de influencia en el Pacífico: Australia, Nueva Zelanda, Japón
y Corea,
la del sur ¡claro!
Clavelina Dianthus armeria |
Tanto ir hacia el oeste, la rosa de Deptford, que es como
se llama esta clavelina en el Reino Unido, escasea en la isla y figura en la
lista roja de especies amenazadas de extinción;
si bien, el peligro está conjurado, por ahora, en Gales, sin que en
todo ello tenga algo que ver el brexit. Tampoco tendríamos que atribuir a mala
voluntad de Carlos Linneo que nuestra península no figure en el listado de su
presencia en la publicación Species Plantarum (pág
586/7).
Así mismo, no percibir la fragancia de esta clavelina no se
debe atribuir al covid y sus secuelas, no; sino a que esta especie se
autofecunda, sin necesitar atraer por el olor a insectos que la fecunden.
Clavelina Dianthus armeria |
El primor de esta clavelina alienta mi interés por verla
en tiempos menos inclementes
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