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Poa trivialis |
Una gramínea, prototipo de las poáceas
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Poa trivialis |
Estos días de viento sur ha empezado a llover algo y se
espera que los cultivos de gramíneas vayan a tener tempero para la siembra de
otoño: trigos, cebadas, sobre todo (a aquí no ha llegado la furia de plantar
maíz y arroz). A ver si con el viento, de paso, me llueven imágenes con las
empezar a cultivar la atención hacia las gramíneas silvestres, carentes de
atractivos colores y perfumadas fragancias. Ciertamente, las flores de las
gramíneas no necesitan de esos caracteres tan atractivos para los insectos,
porque el viento, que ayuda a su fecundación, se mueve por razones que no
alcanzan a percibir nuestros sentidos.
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Poa trivialis |
Empiezo,
pues, por la Poa trivialis. Poa, ποα, llamaban los griegos a las hierbas y
pastos, en general; era un nombre genérico, que C. Linneo se lo aplicó a este
género de gramíneas (Species
plantarum, pg. 67), en su búsqueda de nombres en una lengua
prestigiosa. Luego, acudió al latín para darle el nombre específico, trivialis;
es decir, una hierba trivial, ordinaria, corriente, la prototipo. Comienzo,
pues, a ocuparme de la familia de las poáceas (o gramíneas) por la que lleva la
discreción hasta en su nombre. Así que no es de extrañar que pase desapercibida,
como la mayoría de las más de noventa especies que he llegado a distinguir por
estos alrededores, para quienes busquen la espectacularidad de las flores de otras
familias de plantas.
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Poa trivialis |
Las Poa trivialis, como cualquier planta, hierba o árbol,
disponen de flores, no especialmente llamativas, pero eficientes para producir semillas
para la pervivencia de la especie. ¿Será que tienen “conciencia” de pervivencia, de verse en grupo más allá de la vida de uno mismo? El asunto
de la conciencia de las plantas puede parecer una extravagancia, pero llega a
tratarse hasta en el The
New York Times. Estas flores, con sus elementos básicos: estambres en X y
pistilos plumosos, se rodean de lemas, páleas y glumas, equivalentes a pétalos y
sépalos, que protegen el desarrollo del proceso reproductor y no gastan energía
en odorantes y colorantes. ¡Pues, vaya, además de concienciadas, eficientes!
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Poa trivialis |
¡Y nos sólo eso! Por si acaso, la trivialis es gramínea perenne,
que asegura su pervivencia extendiéndose por medio de estolones por el suelo
húmedo. Por eso, se utiliza como césped en
parques, jardines y campos de golf; hasta ahora, porque con la actual sequía,
ya veremos. De esta forma, es frecuente encontrarla silvestre en hábitats frescos
y resguardados en la zona templada
del globo. |
Poa trivialis |
Por aquí, la
trivialis la tengo localizada en la misma orilla del Irati, bajo los
alisos, más allá de El Cascajar, buen sitio para almorzar las mañanas de
verano. En ese punto, difícilmente las ovejas van a acercarse a pastar por ahí;
salvo que hayan ido, lo dudo, a clases de natación. Sin embargo, cualquiera de
sus partes, incluidas las semillas, son alimento para varias especies de insectos, como
orugas de mariposas, escarabajos, saltamontes o chinches, especies que se dejan
ver por aquí, para disfrute de niños con cazamariposas. ¡Quien sabe! Puede que así
se aficionen a ver las plantas como seres vivos y lleguen, de mayores, a observar
los siete pares de cromosomas (2N=14) que
tiene estas poáceas, en los que quizá radique su conciencia.
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Poa trivialis |
Las poáceas, una familia de plantas tan discretas como
imprescindibles en la dieta
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Poa trivialis |
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