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Centranthus lecoqii Milamores |
De los ropajes y elegancia de los vegetales. Henry
Lecoq.1847.
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Centranthus lecoqii Milamores |
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Qué bien les conviene el título superior a las milamores:
plantas con delicadas flores (anthus), de colores tenues, agudos espolones
(Kéntron), largas corolas, hojas estrechas! Me ha sorprendido encontrarlas hace
unos días aún floridas a gran altura, sobre los 1.700m. en el Puntal del
Ukerdi, cuando las tenía localizadas en mi zona hace dos meses, a sólo 500m. de
altitud en la cara norte de Leyre. Pero, no debió extrañarme encontrarlas a
semejante altitud, ya que hay constancia de que las milamores florecen desde el
nivel del mar hasta cerca de los 2.000m. siempre que haya suelo calizo con algo
de sustrato vegetativo.
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Centranthus lecoqii Milamores |
El sugerente tituló superior es de Henry Lecoq,
Director del Jardín Botánico de Clemont-Ferran, quien se lo puso a una de sus
muchas publicaciones divulgativas y didácticas sobre botánica, que en el
francés florido del S.XIX era: De la toilette et de la coquetterie des
végétaux (ver
pág 80). Le añadió un subtítulo no menos impactante: Tableau dedié aux
fleurs qui parlent; algo así como que nos invitara a ver en un cuadro de
qué hablan las flores. ¿Por qué no suponer que Lecoq se adelantó 175 años los
biólogos actuales que tratan de descifrar si las plantas se
comunican y de qué forman lo hacen?
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Centranthus lecoqii Milamores |
Los merecimientos divulgativos de H. Lecoq hicieron que el
cuestionado taxónomo Alexis
Jordan, al diferenciar y describir esta planta de la familia de las
valerianas, le aplicara su apellido a esta especie de milamores. Jordan publicó
la descripción el año 1852 en la página
76 de la obra titulada: Pugillus plantarum novarum praesentim
gallicarum, que, a mi entender, debe ser en el lenguaje actual algo así
como: Balance de nuevas plantas presentes en Francia. Supongo bien que pugillus
poco tenía que ver en el latín botánico de entonces con púgiles, boxeadores,
boxes o cajas, puesto que las milamores, entonces como ahora, prefieren no
verse ni golpeadas ni encerradas, como los saltamontes que las visitan.
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Centranthus lecoqii Milamores |
Estas milamores tienen una difusión reducida: se limitan
a florecer a uno y otro lado de los Pirineos, extendiéndose, además, por varias
cordilleras de la Península
Ibérica. En este limitado espacio, resulta que está bien implantada y
no se ha considerado que requiera una especial protección que asegure su
pervivencia, dada las diferencias de altitud a que florece. En otros ámbitos, lo
llamarían resiliencia.
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Centranthus lecoqii Milamores |
La
proximidad genética de los géneros de la familia de las valerianáceas,
hace que las milamores no tengan el prestigio histórico con que cuentan las
valerianas como plantas
sedantes, aunque tengan composiciones similares: valtaltratos y moléculas
afines . Sin embargo, la delicadeza del conjunto floral y su querencia al acercamiento
entre sí, las hace de interés para formar macizos vistosos en los jardines
al no precisar de excesiva humedad. ¿Y qué mejor jardín que las sierras de
calizas descarnadas para sorpresa de sudorosos caminantes?
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Centranthus lecoqii Milamores |
Tranquiliza ver milamores en lugares tan dispersos, sin
necesidad de infusiones sedantes
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Centranthus lecoqii Milamores |
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