Jardinería silvestre con floridos colgantes blancos
Spiraea hypericifolia |
Spiraea hypericifolia |
He dado
hoy, ya mediada la primavera, una vuelta por Morquillón para disfrutar del
bullir de la flora. Y bajando por el cortafuegos hacia el corral de Miguelón, he
encontrado floridas y con hojas a las espireas (kapiestras en euskera).
Mientras
tanto al otro lado del mundo, en China, los profesores Liu, Zhang, Su, Liu, Che
de la Facultad de Horticultura de la Universidad Agrícola del Nordeste
investigaban cómo hacen las jóvenes espireas para resistir el frío invierno y mostrarnos ramilletes de flores en primavera.
Trabajo de chinos.
Spiraea hypericifolia |
Andando
entre los bojes del pinar hacia Las Revueltas, es frecuente ver las ramas
resplandecientes de las espireas mojadas por las gotas de rocío. En el frescor de cualquier
mañana, me parece lejana la contaminación del tráfico de la autovía.
Y mucho
más lejanas, sin comparación, me resultan las investigaciones sobre los efectos
de la contaminación radioactiva en la estructura de estas preciosas plantas
realizadas por Ajdosova y compañía en la Universidad de Kazastán y publicado a través de la IAEA (Agencia Internacional de Energía Atómica).
Trabajo
de kazajos.
Spiraea hypericifolia |
Aprovechando un mañana
fresquita he subido a la sierra y en El Carasol me he vuelto a encontrar con
más espireas floridas.
Pero más alto y alejado en
el tiempo debería ir para ver cuál ha sido la evolución filogenética desde la
época del Mioceno hace trece millones de años de de estas guirnaldas, como lo
han hecho Gulzar y
otros en la meseta Qinghai-Tibetana. Los cambios orogénicos del
Tíbet han alterado la estructura de esta planta, que ahora admiramos por aquí con hojas no sé si similares a los hipéricos (hypericifolia).
Trabajo de tibetanos.
Spiraea hypericifolia |
Ver cómo verdean los
sembrados de Aspra tiene el aliciente añadido de pasar por viñas baldías, hoy
cubiertas con flora diversa y sus ribazos con espireas. Por ahí, además, no es raro sorprender agachado a algún que
otro recolector de trigueros.
Y bien sorprendido me he quedado yo
mismo al enterarme de que en la lejana Universidad
Estatal de Altai, en la industrial (y desconocida para mí) ciudad siberiana de Bernaúl han estudiado los flavonoides de los compuestos fenólicos que se contienen en las hojas de esta especie de espireas.
Trabajo de rusos.
Spiraea hypericifolia |
Recelos de estadounidenses.
Brillantes plantas jardineras, consideradas y estudiadas a lo largo del mundo
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