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miércoles, 23 de diciembre de 2015

VERBASCUM LYCHNITIS

Un candelabro vegetal de verano para la época menos luminosa del año
   
Verbascum lychnitis
Verbascum lychnitis
           



Casa Casla era la tienda de ultramarinos del barrio y no sé por qué la asocio hoy con Cuento de Navidad. Tenía un largo mostrador con un distribuidor de aceite en el centro, un largo aparador con muchas baldas en las que Migeltxo, el dueño, exhibía tarros y botellas y por el suelo del local se alineaban sacos con la boca abierta de azúcar, arroz y legumbres, en los que brillaba una paleta de metal para llenar los zorros de papel. Para tener todo aseado, en el techo había, junto a la bombilla, una tira pegamoscas retorcida; en el suelo, un par de ratoneras y en un rincón una gran escoba de fibras. Migeltxo, persona eficaz, desconfiaba de la probada eficacia del gordolobo (suave lana) para ahuyentar moscas y ratones, claro está.


Verbascum lychnitis






Ahora, pasado el tiempo, tengo por seguro que Migeltxo se interesaba por las verduras en cuanto que tenían valor comercial, no por sus posibles valores higiénicos. Este gordolobo ramoso con forma de candelabro (lychnitis) es muy capaz de servir no de lámpara sino de ahuyentador de animalitos diversos, merced a algunos de sus 32 componentes activos, que afectan a los riñones, el crecimiento y a otras funciones vitales, según lo tienen bien aprendido roedores y dípteros familiares. 
Verbascum lychnitis






Estos efectos han alertado sobre sus posibles usos medicinales, confirmados en la medicina científica, una vez analizados sus múltiples componentes: taninos, flavonoides, carotenos o triterpe- 
nos, todos ellos asociados a los efectos saludables de las frutas. Se ha empleado con aplicaciones tópicas como emoliente de fo- rúnculos, como colutorio para suavizar la tos y las anginas o como antiinflamatorio intestinal. Nada de esto supuse, claro, cuan-
do vi hace años este gordolobo o barbasco (por lo barbado de los estambres) en un rincón inculto, en el triángulo de Entrambasa- 
guas, entre el Aragón y el Irati.

Verbascum lychnitis





Esta diversidad de elementos químicos hace que el gordolobo sea adecuado para el desarro-
llo de varios vivales, a quienes les sientan estu-pendamente las hojas, las flores o los tallos. Así, en las hojas se han encontrado hongos, incluso del género Xilaria, propios de la made-
ra, lo que ha sido novedoso para los micólogos. La grisácea mariposa nocturna Shargacucullia lychnitis, por alimentarse también de las hojas en su espectacular fase colorista de oruga, se lo lleva en el nombre después de visitar las flores. Incluso, una especie de mosca, durante su fase de larva, deja huellas de haberse alimentado con las hojas que evitará de adulto.
¡Lo que hay que ver!




Verbascum lychnitis



De ver, deben de ser los gordo-
lobos por toda la Europa occi-
dental, sobre todo. No es de extrañar, pues, que figure en los listados de numerosos jardines botánicos, estén en Málaga, Oslo o Gante. Bien es verdad, que en el norte, predomina la variedad que tiene flores blancas, que por aquí no se da.
Esto y su gran porte ha interesado a los jardineros para situarla en los arreglos entre otras plantas de menor tamaño, alegrando por unos días rincones soleados.

     


Entre cuentos, cantos y adornos luminosos navideños, 
una planta con forma de candelabro mezcla recuerdos 
 
Verbascum lychnitis

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