Linum bienne |
Nuevamente, con el verano, vuelvo a ver vestir camisas y
pantalones de lino, frescos y con buena transpiración. De lino, o de hilo, como
se decía cuando los hilos aún eran de lino o lana y el algodón o las fibras
sintéticas no habían copado todavía la mayoría de las hilaturas. Hace milenios el
lino bienal (Linum bienne) “se domesticó” en Oriente Medio para
producir una nueva especie con tallos más altos y raíces más oleosas y así
aprovechar más eficazmente las propiedades de los linos. En Liédena ya no se
cultiva lino, pero con frecuencia te encuentras con los silvestres que, domados,
trabajados y trenzados, serán los tejidos a los que conviene el eslogan
de A. Domínguez “la arruga es bella”.
Pese a contar este lino con tanto pedigrí, no fue
reconocido por Linneo,
sino que tuvo que esperar quince años a que el jardinero jefe del Real Jardín
Botánico de Kew, Philip
Miller, incluyera su nombre y descripción en la octava edición de su Diccionario
de los botánicos. Quizá, entendiera Miller aquellos linos pálidos que
adornaban algunos rincones del jardín eran algo más que otra de las variedades
de linos usados (usitatissimum) en la industria textil. Y acertó; los
linos pálidos eran sus antecesores
silvestres que florecen todavía indómitos por buena parte de Europa y tiene una
dotación genética más variada.
Linum bienne |
Y así es como los he visto por numerosos sitios del
pueblo, normalmente húmedos, como me ha ocurrido en la proximidad de la fuente
de El Liscar. Las alteraciones que ha sufrido este humedal han hecho
desaparecer las liscas (Sparganium
erectum) que dan nombre al lugar, pero no ha logrado, sin embargo, que
cientos de estos linos dejen de colorear este singular espacio del municipio. Se
me ocurre que estos linos también podrían estar en el jardín de casa; con
permiso de la jardinera familiar, por supuesto.
Claro está que, cuanto antes, tendré que pasar a recoger
semillas, linazas, y escoger un rincón húmedo para sembrarlas. ¡Ah! Hablando de
linazas, tengo pendiente dar una mano de aceite de linaza a la madera de las
ventanas. El cultivo de este lino está, además, en razón del empleo de sus
semillas. Con el aceite que se obtiene del prensado de las linazas se
impermeabiliza la madera de ventanas y puertas para asegurar su durabilidad,
pero he de repetir la operación regularmente. Veré si consigo el aceite del tipo
crudo
con secantes, que es el que mejor penetra y se seca pronto.
¡Uf, qué
trabajo para el verano!
Linum bienne Semillas en el interior |
Pues bien, resulta que el aceite de linaza tiene empleos
muy, muy diversos. Veamos: sirve de aglutinante del serrín y polvo de corcho
para hacer el linóleo que cubría los suelos y los impermeabilizada desde que lo
patentara en 1863 Frederick
Walton hasta mediados del S.XX, cuando decayó su empleo. Nada tiene que
ver con estos empleos industriales su uso alimentario
por su contenido en omega 3. Además, sus antiquísimos empleos en medicina
popular se ven ahora confirmados por la farmacia actual
como suavizante de mucosas, laxante, reductor de triglicéridos y grasas que
inciden en el colesterol, y con su uso externo, alivia forúnculos y dermatitis.
¿Suficiente?… pues, ya vale.