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domingo, 15 de noviembre de 2020

SCROPHULARIA CANINA

Scrophularia canina

Pequeñas flores oscuras con largo predicamento

Scrophularia canina
¡Perro sarnoso! -vociferaba El Sargento Furia, al tiempo que disparaba su pistola en las viñetas de Hazañas Bélicas. ¡Ay!… quizá fuera Roberto Alcázar, o El Jabato empuñando una espada; aunque no lo descartaría en boca de El Capitán Trueno. La memoria, que se hace confusa al cabo de tantos años, guarda ese dicterio, hoy en desuso: ¡perro sarnoso!
Perro, desde luego, suena mucho más explosivo que can, canino, canina (salvo que se junte con hambre). Incluso, canecillo suena gracioso, cuando miro los modillones románicos bajo la cornisa de los tejados de las iglesias. Y ahí en lo alto, fuera de lo sagrado, entre figuras grotescas y acrobáticas, no suelen faltar canes variopintos, rabiosos o sarnosos, sin duda.
Scrophularia canina
Me resultaba sorprendente constatar que son varios los géneros de plantas que aludían a los canes para identificar especies: Agropyron, Agrostis, Avena, Carex, Celtis, Elymus, Morus, Opuntia, Poa, Rosa, Viola, Vitis, Zea, entre otros.
Ahora he sabido que esta referencia a los canes se debía, al menos en el caso de las escrofularias, al uso que se daba a estas plantas para curar de la sarna a los perros, transmisores de esta plaga a los humanos. Quizás, el perro asustado que Goya pintara en la pared de la Quinta del Sordo, que sólo asoma la cabeza, estuviera afectado por la sarna. Creo que así lo debió entender Saura, viendo cómo lo plasmó en la serie dedicada al atento can.

Scrophularia canina

Hoy en día, que estas escrofularias sirvieran para combatir al ácaro arador de la sarna, se toma en consideración, sabiendo que entre sus numerosos componentes figuran terpenos iridoides con acreditada actividad antibacteriana. Incluso, la capacidad insecticida de los metabolitos de esta escrofularia se aplica con éxito a la extinción de gorgojos y de una variedad de los molestos mosquitos trompeteros (Culex pipiens molestus), desarrollada en la ardiente oscuridad de los túneles del metro de Londres

Scrophularia canina

Además de por Inglaterra, esta planta es conocida por buena parte de Europa, sobre todo la mediterránea. Por aquí, crece sobre todo en zonas húmedas con suelos variados, arcillosos, margosos y calizos, como son el cascajar del refugio de pescadores junto al Aragón, la fuente de Aspra o la fuente del Liscar (ojalá que el último arreglo no haya agravado el deterioro que supusieron desgraciadas intervenciones anteriores).

Scrophularia canina

La capacidad curativa de esta planta está en su mismo nombre de origen medieval: escrofularia. Se creía que servía para curar las escrófulas: nódulos cervicales, como los nódulos de sus raíces, que son indicativos de tuberculosis. Bien es cierto que, en el campo sanitario, había un remedio mucho más imponente, si no más eficaz: el Toque Real. Los reyes, franceses e ingleses particularmente, tenían la milagrosa cualidad de curar las escrófulas con el toque de sus manos, constatado hasta muy avanzada la edad moderna y ¡a ver quién lo ponía en duda!

Scrophularia canina

De improperios a milagros, de la enfermedad angustiosa al timo, antes como ahora

Scrophularia canina

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