Ranitas
vegetales, brillantes y amarillas
Ranunculus arvensis Balsa de la Mueda |
Ranunculus arvensis Las Tejas |
Hace
frío y ha nevado estos días; pero, aun así, las sorpresas que te puede dar el
campo son un aliciente para salir a pasear… ligerito, claro está. Y la sorpresa
la he encontrado en la charca junto al corral de El Soro en Salobres. No, las
ovejas estaban recogidas; sin embargo, los huevos de las ranas sí que estaban extendidos
en la charca. No creo, no, que los renacuajos tengan prisa por salir ahora
de las bolas de gelatina. Como tampoco tienen prisa por aparecer los renacuajos
vegetales, los ranúnculos, en la cercana acequia de Las Tejas o en la más
lejana balsa de La Mueda.
Ranunculus arvensis |
Que
unas flores con pétalos amarillos brillantes, tengan el nombre de ranúnculos es
sorprendente por su falta de relación aparente con los renacuajos.
Raro ya le debió
de parecer al romano Plinio El Viejo, quien, en su Naturalis Historia (Lib.II 386-7),
les llamó “ranunculus” porque los
griegos las llamaban “βατραχιον” (ranas); pero a él qué más le daba un nombre u
otro, si su interés estaba en que servían para tratar la lepra y la alopecia.
¡Hala,
y yo con estos cuatro pelos!
Ranunculus arvensis |
Pues,
que se me han quedado los pelos como escarpias, de ver cómo ha perdurado un
nombre incongruente, empleado por mentes preclaras, Linneo incluido.
Pero para escarpias, las de sus frutos (aquenios). Estos frutos tienen forma de
lenteja; pero, con tan pronunciados cuernos en ambas caras, que difícilmente
uno se los imagina como cajitas que guarden cantidad de semillitas. Y en efecto,
a estos ranúnculos les será necesario disponer de gran cantidad de semillas
para que alguna acierte a crecer sobre el terreno margoso de Las Tejas, cubrir
parte de la laguna de La Mueda o extenderse por amplias zonas del este europeo.
Ranunculus arvensis |
Lo que no será necesario es creerse todo que se oye o escribe de los
remedios caseros, pensará, ahora ya tarde, aunque lo diga el mismísimo Plinio, el turco que se hizo un apósito con esta planta para aliviar sus dolores de rodilla.
Era un apósito cuidadosamente preparado que le produjo una preciosa quemadura
de segundo grado y de la que necesitó ser tratado en el Departamento de
Medicina de Emergencia de Universidad Dicle, en la ciudad turca de Diyarbakir;
ciudad, que mira por donde, tiene casi un millón de habitantes, más de tres mil
años de antigüedad y fue lugar de limpiezas étnico-religiosas.
Ranunculus arvensis |
Una
vez más, no es oro todo botón que reluce, y me encuentro otra vez con una atractiva
plantita… venenosa. Y desde luego, que con ella no me trataré la alopecia, ni a
nadie le recomendaré que la emplee para aliviar reumatismos, el asma o la
fiebre, porque la anemonina
que contiene la hace especialmente repelente, hasta para plantas como las leguminosas.
Y es que todavía no se conocen con exactitud los componentes bioquímicos de este
ranúnculo,
como para que la actividad antioxidante de sus flavonoides y fenoles se pueda
considerar saludable y segura.
Con remedios tan oscuramente milagrosos, hasta los hechizos resultaban más saludables
Ranunculus arvensis |
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