Entre espuelas, rastrojos y soles de verano, asoman estas delicadas florecillas
Consolida pubescens |
Consolida pubescens |
Esa
mañana de finales de agosto eché a andar con una de esas melodías que se pegan
y que te las repites una y otra vez, aunque no quieras. Acababa de oír en la
radio la melodía del desfile de los montescos del ballet Romeo y Julieta y esas
notas angustiosas, imponentes y machaconas las llevaba bien atornilladas mientras andaba.
Debió de ser una premonición: me iba a encontrar con unas flores nuevas, las espuelas de
caballero.
Consolida pubescens |
Estas espuelas florales, además de ser de caballero, pueden ser espuelas de dama, de doncella, de enamorado, de galán, de delfín e, incluso, espuelas de las mieses, pero hoy día sin nombre en euskera.
El
aspecto, sin embargo, es más de espolón (blandito, eso sí) que de espuela
estrellada y punzante.
¡Ah, la arbitrariedad
de los nombres¡
Consolida pubescens |
Visto que uno de los nombres hace alusión a las mieses, debo admitir que esa alusión tiene sentido, puesto que florece en los sembrados. Pero… no cuando las mieses se desarrollan, sino cuando han sido segadas. Los rastrojos agostados de final del verano suelen ser su hábitat, por esta zona al menos.
Puedo suponer que, dada su delicadeza, se ampara en las ásperas pajas de las
rastrojeras, tratando de evitar el asalto de los rebaños.
Consolida pubescens |
Por otra parte, además, desarrollándose tras la cosecha, se ahorra tener que aguantar los trastornos ocasionados por los herbicidas agrícolas, tan celosos de guardar la cuenta de resultados de los agricultores, de las industrias fitosanitarias y de los compradores de pan, que lo queremos bueno, bonito, barato y calentito.
Según estudios de la Universidad de Lérida, es
una de las pocas especies que se resiste a dejarse influir por los herbicidas.
Consolida pubescens |
Es raro, pero no parece que tenga aplicaciones curativas, como las tienen muchas otras plantas.
No obstante, su nombre botánico, consuelda,
parece aludir a la propiedad que se le atribuía para soldar huesos y roturas. Esta
extraordinaria facultar, quizá haya parecido
excesiva como para tomarla en consideración en el mundillo farmacéutico. Así
pues, no he llegado a poder consultar
estudios sobre sus componentes o sus aplicaciones medicinales.
Por las rastrojeras del saso, espero ver cada agosto
estirar su espolón recurvado a las espuelas
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