Los dragones… de boca cerrada, en los que sí que entran…
¡abejorros!
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Antirrhinum majus |
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Antirrhinum majus |
Como ocurre en todo lo viviente, también entre los dragones
hay variedad de especies. Así pues, unos son ardientes, o guerreros, o de bestiario: los de boca
abierta y otros, en cambio, son de boca cerrada. Éstos son unos dragones
coloristas, vegetativos, sin cola, que sólo tienen boca y, por si las moscas,
la tienen cerrada.
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Antirrhinum majus |
A estas flores, las bocas de dragón, los botánicos les han puesto un nombre estridente: Antirrhinum majus. Lo de majus, majo o mayor, está conforme con su aspecto, pero lo de antirrhinum me suena a arranque de moto y a rinoceronte. ¡Qué le vamos a hacer! Hubo a quien le pareció que tenía forma de nariz o de hocico y como en griego se decía así, así se ha quedado.
Dragón parece más imaginativo.
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Antirrhinum majus |
Esta
forma curiosa de la flor ha interesado a los investigadores en la evolución de
las plantas. Con esta planta se empezó a estudiar la aparición de flores con simetría
bilateral. Se estima que se pasó de la simetría radial a esta forma retorcida
por reducción de un radio y adaptación de las formas de los demás elementos
de la flor. Y toda esta deformación, ¿para qué?
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Antirrhinum majus |
Al parecer, antes que nosotros, algunas plantas se enteraron
de que en el campo había abejorros peludos y les dio por deformarse para que
les visitaran estos zumbones insectos. Con estas visitas se procuraban la
variedad genética por medio de la polinización cruzada.
¡Caramba, pues ya es saber para ser una planta que ni se mueve ni piensa, digo
yo!
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Antirrhinum majus |
Y como no basta con una figura de hocico para atraer a los
abejorros; hay que perfumarse y colorearse. Se han analizado dos subespecies
frecuentes en el pueblo: las de color magenta y las amarillas. Se ha visto que,
además del color, difieren en sus componentes aromáticos, que son más
abundantes en las oscuras. Sobre las piedras que arrancan en la cantera
florecen, sobre todo, las de color magenta; y las amarillas, entre otros
lugares, junto a la tapia de casa, hasta que el celo del alguacil “limpia” la
calle.
¡Pero, qué es eso de que una planta crezca en cualquier lugar y que
no dé ni el trabajo de regarla!
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Antirrhinum majus |
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