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Yerba cana Zorna-belarra Senecio vulgaris |
Una simpática y prolífica maleza florida y perseguida todo
el año
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Yerba cana Zorna-belarra Senecio vulgaris |
Un nuevo ciclo vital se ha puesto en marcha anunciando
una primavera temprana: la marmota Punxsutawney Phil de Pensilvania ya ha abandonado
su madriguera, cientos de azafranes blancos
de nuestra sarda están abiertos desde primeros de mes y hasta los agricultores
se hacen notar por las carreteras de toda Europa. Así que no me queda otra que
dejar de invernar y ocuparme ahora de la yerba cana (zorna-belarra, en euskera),
no afectada por estos ciclos, florecida todos los meses del año y concernida,
¡quién lo iba a decir!, por las protestas agrícolas.
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Yerba cana Zorna-belarra Senecio vulgaris |
La yerba cana, originaria del este de Europa, tiene el
bendito honor de figurar en el catálogo de malas hierbas en más de medio mundo.
Y si bien, decir que pertenece a la flora arvense (de
campo) es más sutil, no es menos denigratorio que llamarla maleza. Sí, de campo
o más que las amapolas. La veo por los terraplenes del pueblo o junto a las
paredes, por las huertas, los sembrados,
las viñas, y más por cualquier punto que reciba una regular rociada de abono. A la yerba cana todo le viene bien.
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Yerba cana Zorna-belarra Senecio vulgaris |
Así es como en cualquier época del año desarrolla sus
capítulos florales de los que despuntan sus numerosas florecillas amarillas. De
ellas saldrán semillas (cipselas) con vilano blanquecino, asomando por entre
lígulas verdosas. Hay quien vio en los vilanos las barbas canas de algún
geniecillo anciano y recordando la senectud, le puso en nombre de senecio.
¡Vamos!, cosas de los etimólogos. Linneo se limitó a recoger la palabra
aplicada antes por Tournefort,
sin mencionar tan curiosa coincidencia.
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Yerba cana Zorna-belarra Senecio vulgaris |
Esas semillas pueden ser muy numerosas: más de mil
setecientas por planta
y muchas más según otras investigaciones. Si se tiene en cuenta que la
germinación es rápida y son tantas semillas, ni qué decir tiene que los
agricultores echen mano, no solo de la azada, sino de herbicidas contundentes.
Y aquí está unas de las causas del conflicto entre labradores y administración
europea agrícola, que trata de limitar y orientar sobre los herbicidas
adecuados para el adecuado mantenimiento del suelo.
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Yerba cana Zorna-belarra Senecio vulgaris |
Es que hoy día no basta con mirar al cielo, tener en
cuenta las fases de la luna y poder conducir un tractor climatizado para ser
agricultor, además de botánica y rotación de cultivos, hay que tener al día el Cuaderno de Explotaciones Agrarias y saber
leer química para conocer qué productos están permitidos y cuáles retirados de
listas interminables. No
me extraña lo más mínimo que estén hasta el gorro y lo pague, entre otros, la
yerba cana.
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Yerba cana Zorna-belarra Senecio vulgaris |
Esta planta, como tantas otras “yerbas”, tuvo sus
aplicaciones curativas.
Pero los efectos secundarios que su consumo produce en el hígado lo
desaconsejan su empleo en la actualidad. Esto no debe de afectar a las orugas
de la mariposa nocturna Ochropleura
plecta, que se alimenta de ella. Pero no es la única mariposa, la
polilla diurna Tyria jacobaeae hace otro tanto y se ha introducido en ciertos
países, junto con el hongo de la roya, como una forma de control
biológico, lo que suele resultar cuestionable. Es aquello de que tenía un
problema, recurrí a un abogado y ahora tengo dos problemas.
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Yerba cana Zorna-belarra Senecio vulgaris |
Una yerba pillada entre la agricultura productiva a corto
y la sostenible a largo
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Yerba cana Zorna-belarra Senecio vulgaris |