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| Picnomon acarna Azotacristos |
Un solo género para una sola planta, controvertida y espinosa
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| Picnomon acarna Azotacristos |
Ya estamos en la parte fresca del otoño y, revisando
fotos, recuerdo las tardes soleadas de finales de agosto. En una de ellas,
esperé a que se suavizara el calor para salir a dar un paseo por los cerros de
Laiazeta. Desde lo alto veía los chapuzones de la chavalería en la piscina
municipal, mientras los adultos se acogían a la sombra del arbolado. Andando
entre bojes, coscojas y enebros, terminé bajando a un faitío, que parecía cultivado.
Todo el campo estaba cubierto de este tipo de cardo punzante. No es de extrañar
que haya quienes le llamen azotacristos, entre otras lindezas.
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| Picnomon acarna Azotacristos |
Menos mordaz fue el naturalista griego Teofrasto
que en su Historia de las plantas (pág. 103) ya llamó acarna a un cierto
tipo de cardo pinchudo (picnomon), quizá más habitual en la región griega de
Acarnania. Estos nombres sirvieron al Vizconde
de Cassini para zanjar con éxito
en 1826 las controversias que durante el S.XVIII se tuvieron sobre cómo
nombrar a esta planta llamativamente espinosa. El detalle del aspecto
enmarañado de las brácteas, que rodean a las flores azuladas por terminar en
tres agujas, fue determinante para crear este nuevo género con una sola especie
para distinguirlo de los cardos. Y ya con los dos nombres, todos contentos
hasta el día de hoy.
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| Picnomon acarna Azotacristos |
Ver en agosto un campo entero cubierto del azotacristos
da idea de lo prolífica y de buen arraigo que es esta planta mediterránea en
cuanto la dejan a su aire. Está perfectamente adaptada a situaciones de sequedad
extrema, según se observa, incluso, en zonas esteparias
y desérticas de Irán. Sin embargo, no rehúsa extenderse por los
linderos y los cultivos y beneficiarse de la humedad que corre por las zanjas y
el frescor de los cultivos, recibiendo el molesto título de maleza
y mereciendo la atención de los creadores de herbicidas.
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| Picnomon acarna Azotacristos |
Estos no paran y, como el glifosato no les parece
suficiente, le añaden sulfato
de amonio para castigar a los azotacristos. Y ya es casualidad que,
también en el mismo Irán, se hayan dado cuenta de que es una planta melífera y que
con su polen alimenta a las abejas durante la primavera,
junto a otras plantas de floración veraniega. De momento no he tenido noticia
de que los ayatolas hayan tenido que sofocar ningún enfrentamiento entre
agricultores y apicultores.
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| Picnomon acarna Azotacristos |
Afortunadamente, la batalla se ha dado solo en el campo
de la investigación. Se ha estudiado que el gorgojo Lixus scolopax se alimenta
del azotacristos y puede actuar como un herbicida biológico, regulando
la diversidad vegetal. Además, se ha propuesto el uso de compuestos inhibidores
del desarrollo vegetal, alelopáticos, como herbicidas
naturales, tales como extractos de manzanilla, alcachofa y cáscaras de
maní, junto a otros productos.
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| Picnomon acarna Azotacristos |
Así mismo, se han analizado los componentes bioquímicos de los azotacristos y el resultado es que tienen abundantes polifenoles y flavonoides, saludables por su actividad antioxidante celular y por sus efectos antiinflamatorios. Y eso que son punzantes.
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| Picnomon acarna Azotacristos |
Está visto que no hay mal que por bien no venga
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| Picnomon acarna Azotacristos |