No es un laurel y tiene algo de ninfa venenosa
Daphne laureola |
Las matas de laureolas florecen en invierno y esto me anima a salir de casa, a pesar del frío, a
buscarlas por los pinares del pueblo. Las guías de plantas sitúan estas matas
de hojas lustrosas y perennes en bosques de árboles de hoja caduca. Pero, en algún pinar, que se plantó sin abancalar la ladera y sin aniquilar la flora anterior, los pinos conviven con quejigos, mostajos, guillomos y
laureolas.
También las he visto por Leache, en los Cerros Viejos.
También las he visto por Leache, en los Cerros Viejos.
Daphne laureola |
Dafne, la ninfa que pidió convertirse en laurel antes que ser violada por Apolo,
da nombre a esta planta. Es sabido que se laureaba en la antigüedad con una
laureola a poetas y triunfadores. El parecido de las hojas y las flores con las
de laurel llevó a considerarla una especie semejante, aunque con propiedades
bien distintas por ser venenosa.
La laureola, lejos de tener usos culinarios, se ha empleado con
precaución en farmacopea como purgante, teniendo en cuenta la toxicidad de sus componentes.
Pero no son tóxicos para las aves, que se alimentan de sus bayas, y esto le sirve a la
planta para difundir sus semillas. Uno de esos componentes tóxicos es la dafnina, que es un colorante que se emplea para teñir la lana de color amarillo. Por cierto, tengo un jersey amarillo.