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lunes, 21 de noviembre de 2022

DIANTHUS ARMERIA

Clavelina     Dianthus armeria
Una clavelina de verano, que pervive en invierno
   
Clavelina     Dianthus armeria
    Las predicciones meteorológicas se han cumplido: la lluvia lleva varios días invitándonos a mirar por la ventana antes de salir de casa; los sembrados verdean; el viento variable nos sitúa en otoño; el fresco, que pareció no llegaría, nos mueve a calentar las casas y, además, la nieve ha blanqueado la sierra. Veo nevada la sierra y me pongo a buscar fotos de una de las clavelinas que atraen mi atención en los paseos de verano: las clavelinas (Di-anthus, flores de Dios), las divinas de pétalos rosáceos, que florecen en la Cañada de los Roncaleses y en los prados soleados de las alturas del Castellar.

Clavelina     Dianthus armeria
     Ahora, cuando en esas alturas, la nieve, la niebla o el viento frío son habituales, estas clavelinas mantienen extendida su roseta de hojas, que se habían desarrollado con los calores del verano y que florecerán en la temporada próxima. Es, pues, una de las plantas cuyo proceso de desarrollo dura dos temporadas, o más. 
    No he encontrado qué sistema emplea para soportar los cambios de temperatura, pero sí imitadores que se creen que, por ir aún con pantalón corto, el verano va a durar todo el año.

    
Clavelina     Dianthus armeria
    Quizá, entre los mecanismos de supervivencia hay que contar con que cada planta puede llegar a producir cuatrocientas semillas de no más de un milímetro de tamaño. Además, estas semillitas estarán inactivas hasta que, al año siguiente, si han caído en sitio seco y no entre hojarasca, germinen al subir la temperatura. Sólo entonces desarrollarán la roseta de hojas invernantes, que florecerá al siguiente. Por si fuera poco, se ha constatado que la inactividad puede llegar a durar cuarenta años. 
    ¡La de semillitas que no habré pisado y diseminado, andando por Leyre!

Clavelina     Dianthus armeria
    Así pues, no es de extrañar que, con semejantes trucos de supervivencia, desde Europa se hayan extendido hacia Norte América; teniendo en cuenta los intercambios de productos, guerras y viajes de personas entre ambos ámbitos. 
    Y desde USA, a su área de influencia en el Pacífico: Australia, Nueva Zelanda, Japón y Corea, la del sur ¡claro!

Clavelina     Dianthus armeria
    Tanto ir hacia el oeste, la rosa de Deptford, que es como se llama esta clavelina en el Reino Unido, escasea en la isla y figura en la lista roja de especies amenazadas de extinción; si bien, el peligro está conjurado, por ahora, en Gales, sin que en todo ello tenga algo que ver el brexit. Tampoco tendríamos que atribuir a mala voluntad de Carlos Linneo que nuestra península no figure en el listado de su presencia en la publicación Species Plantarum (pág 586/7)
    Así mismo, no percibir la fragancia de esta clavelina no se debe atribuir al covid y sus secuelas, no; sino a que esta especie se autofecunda, sin necesitar atraer por el olor a insectos que la fecunden.

Clavelina     Dianthus armeria
El primor de esta clavelina alienta mi interés por verla en tiempos menos inclementes

Clavelina     Dianthus armeria

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