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Chaenorhinum origanifolium |
Es otoño, ¡¡respira!!
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Chaenorhinum origanifolium |
Es la invitación de la revista “el
viajero” del domingo 20 de octubre: “Es otoño, respira”. Obedezco, qué
remedio. Abro la ventana y vuelve a llover. ¡Ja! Respiro el aire húmedo que
trae el viento y me digo que más me vale ponerme a revisar fotos que en su
momento se quedaron sin nombre. Viéndolas, respiro recuerdos de las excursiones
de este y otros veranos por la sierra de Leyre. Me veo respirando por el camino de la
fuente de san Virila o en el mirador, bajo El Rallar, por donde me encontré con
varias matas de Chaenorhinum origanifolium.
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Chaenorhinum origanifolium |
He tenido que escribir el nombre botánico de la planta
porque, según el estudio nominativo y descriptivo de Flora
Ibérica, no tiene nombre reconocible ni en castellano ni en euskera. Florece por más
de veinte provincias de la península sin que hayan encontrado pastores o
excursionistas interesados en darle nombre. No me parece que a llamarla becerrilla pequeña sea para tenerlo en cuenta. Tampoco he encontrado publicaciones
que traten de su valor medicinal, composición bioquímica o su interés
ornamental, salvo que la busquemos entre los vendedores
plantas.
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Chaenorhinum origanifolium |
Y no es que fuera una planta descubierta recientemente,
no. Ya mediados del S. XVIII la incluyó Linneo en su obra Species plantarum con
el nombre de Antirrhinum
y la sitúa en los Pirineos. En 1844 el médico y botánico bohemio V. F.
Kosteletzky publicó el índice de las plantas del Real Jardín Botánico de Praga (Index
Hort. Bot. Prag.) con ilustraciones y situó en la lista el nombre
Chaenorhinum, que es el que perdura con una sola ‛r’. ¡Lástima! no he conseguido ver
alguna de esas ilustraciones; Google también tiene sus limitaciones.
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Chaenorhinum origanifolium |
Este nuevo nombre, Chaenorhinum (boca abierta), se debe a
la forma de la corola de la flor, que facilita la entrada de los insectos para
contribuir a la fecundación. Al menos en una foto se ve un pequeño escarabajo
que irá a lo suyo. Este nombre hecho con raíces de palabras griegas me suena estridente,
como un chirrido; bien distinto, delicado y poético, el nombre en inglés: blue
dream (lo urdin y sueño azul, en lenguas ibéricas). ¡Ah! Y no confundirla
con el híbrido también llamado blue
dream, que ni color. ¡Por favor!
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Chaenorhinum origanifolium |
Colgadas por las paredes
calizas de las sierras, como en Leyre, han quedado para ornamento silencioso de
las sendas montañeras de la Península y del oeste mediterráneo. Su
hábitat son los roquedos calcáreos que comparte con el culantrillo menor o el té
de roca, sin compartir los efectos béquicos del primero y carminativos del
segundo. Discreta que es una, ¡qué le vamos a hacer!
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Chaenorhinum origanifolium |
Parece que la Chanorhinum, como todo viviente y pese a
estar enraizada, tiende a buscar nuevos espacios… y del sur voló al norte. En
1990 se detectó por primera vez su presencia en Holanda y pasados veinte años ya
se localizaba por las tapias en noventa lugares de los Países Bajos. Y ¡claro!
ahí le pusieron el nombre de una planta ya conocida: la mejorana, una especie
de orégano. Se debieron figurar que el parecido de las hojas con el orégano (origani-folia)
era suficiente para asimilarlas. |
Chaenorhinum origanifolium |
Respiro los colores templados de otoño entre sueños azules de verano
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Chaenorhinum origanifolium |
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