jueves, 24 de octubre de 2024

CHAENORHINUM ORIGANIFOLIUM

Chaenorhinum origanifolium
Es otoño, ¡¡respira!! 
    
Chaenorhinum origanifolium
    Es la invitación de la revista el viajero del domingo 20 de octubre: “Es otoño, respira”. Obedezco, qué remedio. Abro la ventana y vuelve a llover. ¡Ja! Respiro el aire húmedo que trae el viento y me digo que más me vale ponerme a revisar fotos que en su momento se quedaron sin nombre. Viéndolas, respiro recuerdos de las excursiones de este y otros veranos por la sierra de Leyre. Me veo respirando por el camino de la fuente de san Virila o en el mirador, bajo El Rallar, por donde me encontré con varias matas de Chaenorhinum origanifolium.
   
Chaenorhinum origanifolium
    He tenido que escribir el nombre botánico de la planta porque, según el estudio nominativo y descriptivo de Flora Ibérica, no tiene nombre reconocible ni en castellano ni en euskera. Florece por más de veinte provincias de la península sin que hayan encontrado pastores o excursionistas interesados en darle nombre. No me parece que a llamarla becerrilla pequeña sea para tenerlo en cuenta. Tampoco he encontrado publicaciones que traten de su valor medicinal, composición bioquímica o su interés ornamental, salvo que la busquemos entre los vendedores plantas.
   
Chaenorhinum origanifolium
    Y no es que fuera una planta descubierta recientemente, no. Ya mediados del S. XVIII la incluyó Linneo en su obra Species plantarum con el nombre de Antirrhinum y la sitúa en los Pirineos. En 1844 el médico y botánico bohemio V. F. Kosteletzky publicó el índice de las plantas del Real Jardín Botánico de Praga (Index Hort. Bot. Prag.) con ilustraciones y situó en la lista el nombre Chaenorhinum, que es el que perdura con una sola ‛r’. 
¡Lástima! no he conseguido ver alguna de esas ilustraciones; Google también tiene sus limitaciones.
    
Chaenorhinum origanifolium
    Este nuevo nombre, Chaenorhinum (boca abierta), se debe a la forma de la corola de la flor, que facilita la entrada de los insectos para contribuir a la fecundación. Al menos en una foto se ve un pequeño escarabajo que irá a lo suyo. Este nombre hecho con raíces de palabras griegas me suena estridente, como un chirrido; bien distinto, delicado y poético, el nombre en inglés: blue dream (lo urdin y sueño azul, en lenguas ibéricas). 
¡Ah! Y no confundirla con el híbrido también llamado blue dream, que ni color. ¡Por favor! 

Chaenorhinum origanifolium
    Colgadas por las paredes calizas de las sierras, como en Leyre, han quedado para ornamento silencioso de las sendas montañeras de la Península y del oeste mediterráneo. Su hábitat son los roquedos calcáreos que comparte con el culantrillo menor o el té de roca, sin compartir los efectos béquicos del primero y carminativos del segundo. 
Discreta que es una, ¡qué le vamos a hacer!

Chaenorhinum origanifolium
    Parece que la Chanorhinum, como todo viviente y pese a estar enraizada, tiende a buscar nuevos espacios… y del sur voló al norte. En 1990 se detectó por primera vez su presencia en Holanda y pasados veinte años ya se localizaba por las tapias en noventa lugares de los Países Bajos. Y ¡claro! ahí le pusieron el nombre de una planta ya conocida: la mejorana, una especie de orégano. Se debieron figurar que el parecido de las hojas con el orégano (origani-folia) era suficiente para asimilarlas. 
Chaenorhinum origanifolium
Respiro los colores templados de otoño entre sueños azules de verano

Chaenorhinum origanifolium

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