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jueves, 19 de diciembre de 2024

PILOSELLA LACTUCELLA

Pilosella lactucella
Paseos en invierno con colorido primaveral
    
Pilosella lactucella
    El miércoles un grupo de amigos fuimos de monte y aparcamos junto a la turbera del Belate (¿dónde localizaría el abate Lacoisqueta la Rhagadiolus edulis en este paraje?) Anduvimos por las cimas de la divisoria de aguas hasta el Garmedi. Pero, llegados a Putzuetako Gaina, desistí de seguir y propuse esperarlos visitando el crómlech y el dolmen del collado, situado a mil metros. A esa altitud y en esta época creí que esa mañana sólo vería argomas en flor; pero no, como escondidos y protegidos por la hierba, florecían también potentillas, crepis, botones de oro y alguna pelosilla de una especie menos frecuente, pero fácil de identificar, esta lactucella.
    
Pilosella lactucella
    Entendámonos, lo de fácil de identificar no es por su aparente parecido con algún tipo de lechuga o lechuguilla (lactucella), sino por la pelambrera que aparece, sobre todo, en la base de las hojas, verdes tanto por el haz como por el envés. En las demás pilosellas, esto del verde de las hojas es raro porque, la mayoría tienen el envés blanqueado por multitud de pelos claritos y enmarañados, como las encinas por ejemplo. 
    
Pilosella lactucella
    Así, pues, espero ver de nuevo, más abundante en mayo, esta planta pirenaica, y particularmente de la Europa continental, mostrando sus flores amarillas por las praderas de Grúmalo en la sierra o por los faitíos herbosos de Laiaceta de Liédena. De momento, y esta es otra particularidad de las lactucella, aguantarán las heladas invernales sin congelarse con las hojas pegadas al suelo, arropadas y entremezclándose con hierbas variadas.
    
Pilosella lactucella
    Además, como más vale prevenir, las lactucella desarrollan rizomas con yemas que, con el calor de la primavera, darán lugar a nuevos tallos con flores clónicas respecto de la planta de original. Pero, para asegurar la progenie, también echarán estolones sobre la superficie para que arraiguen y tenga más oportunidad de pervivir, por si se da la circunstancia de que los rizomas se hayan quedado durmientes y sin despertador.
    
Capítulos            Pilosella lactucella
    Con todo, no hay que pensar que toda lactucella que se vea sea clónica. Si de algo huye la vida vegetal es de la uniformidad y, en esto, esta especie no es una excepción. La multitud de flores que forman cada capítulo tienen fecundación cruzada y transmiten nueve pares de cromosomas, 2n = 18. De este modo, con la dispersión de semillas, que cuentan con vilano persistente, está asegurada la diversificación de caracteres, que afortunadamente rige el desarrollo vegetal. 
    
Pilosella lactucella
Estrellas en el cielo, luminarias por las calles y resplandor en la hierba, que ya es Navidad
     
Pilosella lactucella

lunes, 2 de diciembre de 2024

RHAGADIOLUS EDULIS

    
Rhagadiolus edulis            Uñas del diablo
Las estrellas se hacen comestibles

Rhagadiolus edulis            Uñas del diablo
     Son varios los años que he tenido ocasión de pasear por la foz en primavera y tomar fotos de estas plantas con flores compuestas amarillas que se abren junto a la pared rocosa, justo antes del primer túnel viniendo de Lumbier por la vía verde del Irati. Soy uno más de los cientos de personas que se detienen en ese punto a mirar la profunda brecha trazada por el río, aunque sólo después de detenerme junto al corte calizo junto al que crecen estas plantas llamadas: ¡uñas del diablo! No es de extrañar, pues, que en el otro extremo de la foz se halle el arruinado Puente del Diablo. 
Todo muy romántico.
    
Rhagadiolus edulis            Uñas del diablo
       Me resultó curiosa la forma palmeada de la disposición de las semillas y por eso me pareció una planta fácilmente identificable. Esa forma radial o estrellada, similar a las estrellitas que cuelgan por las calles árboles en estas fechas prenavideñas, le sugirió al médico y botánico Joseph Gärtner (1732-1791) el nombre de la especie: Rh. stellatum. Esta especie es la única que figura en las Claves Ilustradas de Aranzadi y el IAN o el Catálogo florístico de Navarra como presente en esta zona de Península y con este nombre la registré en años sucesivos.
  
Rhagadiolus edulis            Uñas del diablo
    Pero ahora, al buscar información sobre el género Rhagadiolus, vi que J. Gartner había constatado y detallado otra especie: Rh. edulis y que son las dos las reconocidas internacionalmente en el Índice Internacional de Plantas, IPNI, de este género. Además, en Flora Ibérica se incluía sorprendentemente a Navarra en el listado de provincias con presencia de la especie Rh.edulis. Leyendo ahí las descripciones me enteré de que la diferencia entre las dos especies está en el número menor de semillas en forma uña, cinco o seis y una interior, y en la forma lirada de las hojas inferiores, caracteres repetidos en las fotos que tengo. 
    
Rhagadiolus edulis            Uñas del diablo
    Me desconcertó que esta especie, junto a la que desfila tal número de personas cualquier fin de semana, no hubiera sido reconocida. Me quedaba recurrir a M. Lorda, autor del Catálogo Florístico, quien amablemente me explicó que no figuraba en el catálogo porque hacía muchos años que nadie había confirmado su presencia en el territorio. Me advirtió que hay constancia de que el gran botánico navarro J.M. Lacoizqueta (1831-1889) la tenía referenciada en Velate, como expresó en la comunicación que en 1883 publicó en los Anales de la Sociedad Española de Historia Natural (T.13. pág. 131-225) con el nº404 del Catálogo de las plantas del valle de Vertizarana, avistada en junio. 
    
Rhagadiolus edulis            Uñas del diablo
    Tras la confirmación, tuve que cambiar el nombre a todas las fotos, y pasar de las uñas del diablo estrelladas a las uñas del diablo comestibles. Espero que las canciones a las estrellitas navideñas hagan que esta información sea poco escuchada y pronto olvidada, no sea que en primavera se ponga de moda aderezar las ensaladas con sus hojas y haya quien se dedique a pelar las plantas en vez de mirar correr el río por la foz.  
   
Rhagadiolus edulis            Uñas del diablo
    Y no estaría de más que los cuidados de esta Reserva Natural  incluyeran, además de los cielos y las rapaces, el suelo y sus plantas, porque puede haber joyas botánicas que no son estimadas por pasar desapercibidas.  
    
Rhagadiolus edulis            Uñas del diablo
Llega el invierno con sus luces y uno se encuentra con plantas que no distinguió en primavera
    
Rhagadiolus edulis            Uñas del diablo