La evolución atmosférica en color violeta
Moricandia arvensis |
Moricandia arvensis |
La
moricandia saluda florecida el cambio de calendario mostrándonos sus flores
violáceas. En tiempo frío, sorprende verla estos días coloreando el borde de la carretera, al otro lado de la gasolinera.
Aunque lleva el nombre específico de arvense (que
crece en los sembrados), por aquí prefiere la animación de las cunetas y les deja a
los trigos la tranquilidad de los campos.
Moricandia arvensis |
Se consideraba que la moricandia era otra especie de berza
(brassica), como la colza o las coles, y así la consignó Linneo en su clasificación
de las plantas.
Y fue el botánico suizo Augustin Pyrame De
Candolle (1778-1841) quien estudió los caracteres específicos de sus
vainas, semillas y flores y la distinguió en un nuevo género de plantas, al que
dio el nombre de moricandia. Este nombre es una adaptación del apellido de otro
suizo aficionado a la botánica: el vendedor de relojes Etienne Moricand
(1780-1854), estudioso de la flora del Véneto italiano.
Moricandia arvensis |
Además de marcar ese pequeño hito en la historia de la
botánica, la moricandia es un testigo relevante de la evolución adaptativa de
la plantas. Desarrollando su ciclo reproductivo durante la época fría evita el
riesgo de deshidratación, ¡que ya se sabe cómo son de secos los veranos por
aquí! En tiempo frío, como la transpiración es reducida, la cantidad de agua
necesaria para llevar a cabo la fotosíntesis del carbono está asegurada.
Y es que por la fotosíntesis las plantas son lo que son: el CO2 del
aire se transforma en los compuestos carbónicos complejos que constituyen la
estructura de las plantas: tallos, hojas, flores, frutos o semillas.
Moricandia arvensis |
Puede parecer que es otra planta vistosa más, pero
¡qué va!: la moricandia es nada menos que una planta C3-C4. Y
esto ya son palabras mayores en la explicación del progreso evolutivo mediante
saltos novedosos. Esto del C3-C4 no es una referencia al modelo de mi citroen,
sino al número de carbonos de las moléculas que se produce en la fotosíntesis.
La mayoría de las plantas son plantas C3: producen los azúcares o la madera a
partir de moléculas de tres carbonos. Pero la moricandia es de la minoría de
plantas que tienen un sistema “híbrido”, en el que se utilizan además compuestos
de cuatro carbonos.
Moricandia arvensis |
La aparición del sistema C4 es indicador del cambio
sustancial de la composición de nuestra atmósfera. Ahora el CO2 nos resulta un gas contaminante, pero para las plantas es su medio de vida. Las plantas
llevaban 2.700 millones de años comiéndose el CO2 del aire y
contaminando la atmósfera con oxígeno, cuando algunas dijeron que no podían más
y crearon un nuevo sistema para sobrevivir con bajos niveles de CO2. Esto debió
ocurrir hace poco (7 millones de años tan solo) y la moricandia fue una de las
plantas que se apuntó al progreso. Las berzas, ¡pobres!, se quedaron como
plantas C3 y aquí estamos nosotros comiéndolas y respirando oxígeno.
¡La
contaminación nos ha terminado por devorar!, deberían pensar las plantas cada vez que se
vean en un plato de verduras.
Moricandia arvensis |
Muy interesante, Joserra. Las fotos son preciosas, ideales para animar la vida de este despacho con luz artificial continua.
ResponderEliminarItxi bulegoa eta "Halgi hadi plazara".
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