De un
capullo se espera una rosa; de una rosa, maldita la cosa
Rosa canina |
Rosa canina |
El
paso por el vado del cascajar debió de ser uno de los lugares utilizados para
vadear el Irati. El camino que conducía a él desde El Saso aún se pude
apreciar, pero ya no es practicable: la parte baja está cubierta por una rosaleda infranqueable.
Está visto que las rosas silvestres que lo han ocupado se
adaptan bien al clima de esta zona y al suelo de arcillas y margas.
Rosa canina |
Es una de las pocas flores que da nombre a la planta, el
rosal; lo habitual es que el nombre se dé a la planta entera con sus hojas,
ramas, raíces y flores. Además, la forma de los frutos también tiene nombre específico:
cinorrodón; el
conocido tapaculos o escaramujo, dicho más fino. Bueno pues, cinorrodón en griego
viene a ser “rosa canina”, con lo que estamos donde estábamos, en “maldita la
cosa”.
Y aquí la pregunta ¿pero existe el rosa?
Cinorrodones de Rosa canina |
Estas
sencillas rosas blancas resultan inodoras, que no inofensivas. Algunos estiman
que el nombre de la especie, canina, hace referencia a los colmillos de los
canes por la similitud con las espinas de los tallos. Otros, creen que lo de
canina es porque servía para tratar la rabia.
Ante lo incierto de la
referencia, prefiero imaginar que nos habla de las estrellas y sus
constelaciones: los canes
del firmamento, que en nuestro hemisferio ya han aparecido, las miran
florecer en mayo y siguen su rumbo estelar en la canícula.
Rosa canina |
Sin
fragancia y sin color, la canina nos puntea las mañanas olorosas de mayo
Rosal de Rosa canina |
No hay comentarios:
Publicar un comentario