La
delicadeza, la dureza y la supervivencia… desde la prehistoria
Buglosoides arvensis |
Buglosoides arvensis |
Las lluvias de estos días les están viniendo bien a los sembrados
y de paso a las plantas silvestres de los campos. Una de las muchas plantas
arvenses, que espero ver floridas en primavera, es esta planta, de diminutas
flores blancas. Entonces, sorteando los cascajos del terreno, tratará de
abrirse a la luz del día bajo los olivos o entre las cebadas de Aspra.
Buglosoides arvensis |
El nombre, buglosoides, (de aspecto de lengua de buey)
parece referirse a la apariencia áspera de las hojas. Aunque más que ásperas,
parecen disponer de largos pelos y es discutible que la lengua de los bueyes sea
peluda. Se sabe que el nombre en latín se lo inventó el botánico alemán August
Bachman en 1690. Este Augusto estaba tan a gusto con sus conocimientos de latín
que se tradujo su mismo apellido: de Bachman pasó a Rivinus, es decir, Del Río,
en castizo.
Buglosoides arvensis |
Estas
florecitas de aspecto delicado producen unas semillas
duras como piedras, lithospermum, nombre con el que también se han designado a
estas plantas.
Y dureza van a necesitar para sobrevivir a la acción fulminante
de los herbicidas.
Es lo que tiene la porfía de las plantas anuales por sobrevivir, que aparecen
cada año a beneficio de la Bayer y demás empresas del sector.
Buglosoides arvensis |
Pero
también, esto de la anualidad resulta ventajoso: para cuando las
fumigan, ya han se han sembrado las semillas de la próxima temporada. Su
ciclo vital no sigue el destructivo lema: “Vive rápido, muere joven y deja un
bonito cadáver”, de la película de Nicholas
Ray.
Para nuestro disfrute, volveremos a ver las florecitas en la
próxima primavera. También puede ocurrir que se queden
ocultas, pero para sorpresa de los arqueólogos que las encuentran en Armenia,
o que advierten que con ellas en la prehistoria se hacían collares en Lorca.
Buglosoides arvensis |
Aparte de este uso estético, y del diurético de la medicina
casera, no parecía tener el bublosoides otra utilidad. Pero últimamente se ha visto que, por su relación con el omega 3, es de interés dietético. Así
que no es de extrañar que las empresas del sector hayan ampliado
el negocio al aceite extraído de sus semillas.
Si no hay mal que por bien no venga, a algunos les sale doblado
Buglosoides arvensis |
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