Una planta divina, aunque poco atractiva y de mucho aguante
Artemisia campestris |
Artemisia campestris |
Las artemisias que tenemos a orillas del Aragón
difícilmente llevan a pensar en las flechas de la diosa cazadora o en la esbeltez de los templos de Artemisia.
Esta mata ramosa de aspecto marrón y anodino tiene unas flores tan poco vistosas que precisan aguzar la vista para distinguirlas. Son flores insignificantes y apretadas en capítulos pegados a las ramas: con mucha imaginación y buena lupa llegas a saber que son flores.
Esta mata ramosa de aspecto marrón y anodino tiene unas flores tan poco vistosas que precisan aguzar la vista para distinguirlas. Son flores insignificantes y apretadas en capítulos pegados a las ramas: con mucha imaginación y buena lupa llegas a saber que son flores.
Estas matas arraigan en Arenas, los terrenos arenosos que
están ante el Refugio de Pescadores. Esas arenas, arena muerta en el argot de
los albañiles, las empleaban para suavizar y hacer más pegajoso el mortero.
La facilidad de arraigo en terrenos improductivos ha llevado a utilizarla como
planta nodriza
para el arraigo posterior de otras plantas de más porte, como los pinos.
Artemisia campestris |
Si de otras especies de artemisias se han sacado
crecepelos (abrótano) o bebidas espirituosas (ajenjo), de esta especie se ha
estudiado su rendimiento alimentario. La Universidad de León y a la de
Constantina en Argelia han estudiado el valor nutricional y la digestibilidad
de esta especie, con resultados favorables. Se piensa que esta planta, con
tan escasas necesidades de humedad y nutrientes, puede cultivarse como pasto
para los animales del desierto.
Artemisia campestris |
No hay noticia de que haya sido alimento humano en parte alguna, pero sí que ha servido de antiséptico. La farmacia moderna ha analizado sus componentes orgánicos y ha encontrado más de cuarenta y ocho, algunos con nombres tan simpáticos como chrysanthenone o funebrene. Esos compuestos confirman la corrección del uso popular de esta planta como insecticida y bactericida. Ahora se sabe de su eficacia en el tratamiento de infecciones bacterianas de la Escherichia coli (E.Coli). Esta bacteria, que vive en el intestino de los mamíferos, es imprescindible para la digestión y produce vitaminas B y K, pero resulta infecciosa si se instala en las vías urinarias.
Muy chulas Joserra, abrazo
ResponderEliminarAmigo Joserra: Te superas de día en día. Gracias por tu sabiduría, que en una amena didáctica compartes poco a poco con los compañeros de fatigas.
ResponderEliminarAyer te echamos de menos por los montes de Cinco Villas en el Bidasoa. Saludos de Javier