Las palabras coloreadas amplían informacion mediante un clic. No se permite hacer uso de fotos o texto sin permiso explícito. ©

domingo, 18 de diciembre de 2011

MATTHIOLA FRUTICULOSA

La matiola, una humilde planta crucífera que oculta en su nombre el acervo del conocimiento científico.


Matthiola fruticulosa
Matthiola fruticulosa

Esta planta puede pasar desapercibida entre los llamativos colores de las flores de primavera. Crece sobre margas resecas que se humedecen con las lluvias de la época. Los colores son tenues y, por su tamaño, destaca poco sobre el suelo grisáceo.



Matthiola fruticulosa








En su modestia, no nispone de nombre usual ni en castellano ni en euskara. El nombre latino se atribuye al naturalista sueco Pehr Löfling (1729-1756), discípulo del botánico Linneo. Este nombre se lo puso en recuerdo de Pietro Andrea Mattioli, Petrus Mathiolus (1500-1577), medico sienés traductor y comentador de "De Materia Medica" de Dioscórides, médico griego (40-90 dc), autor de ese secular manual  de medicina.


sábado, 3 de diciembre de 2011

ORQUÍDEAS HÍBRIDAS

Orchis simia

En primavera hay abundantes orquídeas de varios géneros y especies.  
Dentro del género orchis las especies O.purpurea es abundante y menos, la O.simia. 
Sus nombres aluden a su color o a su forma.


O.x angusticrucis
Orchis purpurea




Cuando hay próximas plantas de las dos especies, se generan híbridos. Las que encontré tienen las "patas" más anchas y menos retorcidas. Esta hibridación de debe de ser relativamente frecuente y la suelen llamar O.x angusticrucis.


O. x angusticrucis

jueves, 1 de diciembre de 2011

PISTACIA TEREBINTHUS

Terebinto o cornicabra

Pistacia terebinthus


Este pequeño árbol es frecuente en lugares dispersos del pueblo. En primavera las hojas nuevas tienen color rojizo.
De la temporada pasada, perduran las agallas en forma de cuerno, al que alude el nombre popular. Estas agallas se provocan por la picadura del hemíptero llamado Baizongia pistaciae (un pulgón).


Pistacia terebinthus







El terebinto es del género de los pistachos, según se puede apreciar en su nombre botánico: Pistacia terebinthus. Se dice que su presencia es un indicador ecológico de zonas bien conservadas y poco degradadas. Veremos si los abundantes ejemplares de la falda de la sierra resisten al polvo de la cantera y a los humos de la autovía.